Harvard admite su pasado esclavista
Un grupo de sus alumnos la lleva a confesar el hecho
CAMBRIDGE (EFE).— Más de 200 años tuvieron que pasar desde la abolición de la esclavitud en Massachusetts para que la Universidad de Harvard admitiera su pasado esclavista gracias al esfuerzo de sus estudiantes.
Fruto de ese empeño es el informe que la casa de estudios publicó hace unos días con el título “Harvard y el legado de la esclavitud”, que documenta cómo la institución se benefició del comercio de esclavos en los siglos XVII y XVIII.
Fueron los alumnos de la universidad los que comenzaron a investigar en 2007 los vínculos de Harvard con la esclavitud y su papel fue vital para que se diese el reconocimiento, según admite Sven Beckert, profesor de Historia Estadounidense.
En los últimos 15 años, dice, el trabajo de los estudiantes ha sido “absolutamente crucial” para lograr el compromiso de la universidad con su pasado.
Según el informe, durante casi 150 años, desde la fundación de Harvard en 1636 hasta que Massachusetts abolió la esclavitud en 1783, los presidentes de la institución y otros responsables esclavizaron a más de 70 personas, afrodescendientes y nativos estadounidenses.
El documento señala que algunos donantes hicieron sus riquezas con el comercio de esclavos y la propia Harvard invirtió en préstamos a plantaciones de azúcar.
Todo esto era historia conocida para los alumnos de Beckert, quien se ha dedicado a estudiar cómo la esclavitud influyó en la economía de Estados Unidos.
Beckert pensó en investigar si Harvard tenía un pasado de esclavitud cuando en 2006 la presidenta de la Universidad de Brown, Ruth Simmons, publicó un informe sobre los vínculos de su institución con el esclavismo. El profesor de Harvard propuso a sus estudiantes un seminario, que comenzó un día de 2007 con el desafío de resolver el misterio.
“La curiosidad de los estudiantes frente a lo desconocido y su impresionante dominio de la detección histórica fueron recompensados con un tesoro de hallazgos”, destaca Beckert.
En 2011 se publicó el resultado de parte de la investigación en el libro “Harvard and Slavery: Seeking a Forgotten History” del profesor y los alumnos.
Los estudiantes descubrieron que hubo esclavos en el campus y la universidad había recibido donativos de personas comprometidas con la esclavitud. “Encontraron pruebas de que incluso presidentes de la universidad tenían a personas esclavizadas”, manifiesta Beckert.
La afrodescendiente puertorriqueña Jennifer Dowdell Rosario, fue una de las estudiantes del grupo investigador, que se centró en un gran donante, Peter Chardon Brooks, quien amasó una extraordinaria fortuna con el comercio de esclavos.
Junto con la publicación del informe, Harvard anunció que dedicará un fondo de 100 millones de dólares a abordar su complicidad con la esclavitud, aunque, para Dowdell Rosario, la cifra es “pequeña comparada con lo que se extrajo de la esclavitud, debería ser anual”.
“Fueron los estudiantes los que presionaron, no fue que la institución quisiera hacerlo. La información estaba en las bibliotecas, solo había que ir a buscarla”.