Que la muerte no decida por ti
La muerte decidió instaurarse a lo grande trayendo con ella el colorido que la representa en el centro del país. Las flores amarillas le sirven de alfombra y dibujan un camino que la lleva hasta nuestros altares.
Hoy ha decidido ser la reina y se desplaza a sus anchas en todo el territorio mexicano, contemplando de frente y por segunda vez los rostros de las vidas que ha cobrado.
La añoranza de una muerte pacífica e indolora se suma a la plegaria de aquéllos que perciben a la muerte como un continuo indisoluble de la vida, mientras ella sardónicamente decide entre las mil formas que se le han adjudicado para llevarse a su próxima víctima.
Pareciera que todo el juego está perdido y que la partida literalmente está en sus manos, pero la decisión más importante ante este juego final es solo tuya. Si bien la Parca podrá robarse una vida creyendo que ha ganado, el factor sorpresa está de nuestro lado. Por una vida tenemos la oportunidad de regalar hasta 100 nuevos inicios, convirtiéndonos en el ganador absoluto.
Imagina la cara de la muerte cuando en el silencio y en la oscuridad comience a ver las luces de esperanza y a escuchar la gratitud de los corazones agradecidos; sabrá con firmeza que ha perdido.
Si todos y cada uno le robamos esa última decisión y reafirmamos con la familia nuestro deseo de convertirnos en donantes de órganos y tejidos, comenzaremos a construir una telaraña infinita de vida, donde los altares se conviertan en pequeños mausoleos que veneren la vida y no recuerden la muerte. Donde cada hogar venere el amor sincero y desinteresado por un semejante y donde cada rostro pertenezca a un héroe.
No permitas que la muerte decida por ti y te lleve con ella a la tierra del olvido, toma la decisión de ser donante, comparte con tu familia tu deseo y prepárate para ganar la batalla al regalar vida y arrebatarle el protagonismo a la muerte.