Mantienen vivo su recuerdo
Montan altares en los edificios de Megamedia
El aroma del incienso, de flores, la mezcla de sabores entre dulce y salado con comidas como relleno negro, pib, frutas, panes y chocolate; el multicolor y la originalidad estuvieron presentes en la muestra de altares de Grupo Megamedia.
Los integrantes de los equipos pusieron todo su empeño, dedicación e ingenio a la elaboración de los altares. Escritorios, gavetas, huacales y bases de madera fueron algunos de los elementos que utilizaron para montar las mesas de las ofrendas.
Los típicos huipiles y ternos, la guayabera y la filipina fueron lucidos por varios de los integrantes de los equipos, que se esmeraron en presentar sus altares y explicar al jurado el significado de cada objeto colocado.
La actividad abarcó tres edificios corporativos, Unipirint, donde se montaron cuatro altares; el Edificio Central, donde fueron tres, y en Dypaq, aliado estratégico de Grupo Megamedia, sitio en el que se colocaron otros tres, por lo que en total fueron 10 los altares que los colaboradores elaboraron.
La maestra Silvia Esther Interián Espadas, coordinadora del Programa Nacional de Sala de Lectura de la Sedeculta, fungió como jurado. Su amplio conocimiento sobre el tema y su habla perfecta y comprensión de la lengua maya hicieron que su recorrido para calificar los altares fuera en un contexto muy regional.
La jueza primero visitó Uniprint, donde varios de los colaboradores presentaron el significado de los altares que montaron en lengua maya, particularmente el equipo “Sacbé” lo hizo en español y maya.
Otros equipos dijeron algunas frases en maya y luego continuaron en español.
El segundo sitio que la jueza visitó fue el Edificio Central, donde se montaron tres altares, que también evaluó con detenimiento.
Luego de ver cada mesa, dedicó unas palabras a los integrantes de los equipos y en algunos casos les hizo preguntas sobre la colocación de cierto artículo o comida en la mesa.
La unidad de Dypaq fue la última a la que acudió para evaluar los tres altares ahí instalados.
“El rescatar las tradiciones y mantenerlas vivas”, destacó Silvia Interián, “es lo más importante”, y por ello agradeció el esfuerzo de todos los participantes.
Hubo un altar, del equipo “Yu’umtsiles”, que no puso la fotografía del difunto, sino únicamente la ropa que éste usaba, recordando un altar tradicional cuando no existían las fotos y la forma de hacerlos presentes era con sus prendas.
Una guitarra acompañó otro de los altares, el de “Ma’tu’ubsiken”, haciendo alusión al oficio del difunto honrado, un trovador.
Cada uno de los altares tuvo algún aspecto destacable, por lo que Silvia Interián tuvo una difícil tarea para elegir a los dos equipos ganadores, que fueron, en primer lugar, “Ma’tu’ubsiken” del Edificio Central, y, en segundo, Ventas Dypaq.—