“Ahora me toca enseñar a mis nietos”
En familia hacen sus pibes en un horno de tierra
HUNUCMÁ.— Como cada 1 de noviembre, las familias Herrera Chuc y Chuc Euán se reunieron ayer para realizar los tradicionales pibes que pusieron en sus altares de Hanal Pixán.
En entrevista, Fidencio Herrera, conocido zapatero de esta ciudad, dijo que la elaboración de pibes es una tradición arraigada que aprendió de sus abuelos.
Indicó que su esposa y él siempre procuran que se realice en memoria de los que ya partieron pero siguen presentes, más en estos días que hay que honrarlos.
“Nosotros, como familia, año con año lo hacemos (festejar a los difuntos con pibes). Ahora me toca enseñar a mis nietos y platicarles cómo sus antepasados disfrutaban estos días tan memorables y que cuando ya no estemos, ellos sigan conservando sin modificar la auténtica receta tradicional”, expresó.
Dijo que cuando se acerca el 1 de noviembre nos preparamos con mucho entusiasmo, ya que para nosotros es una de las mejores fechas del año.
“Toda la familia participa, desde el más pequeño al más grande, ya que se reparten las comisiones.
“Desde las 5 de la mañana todos nos levantamos para iniciar el proceso.
“Algunos cortan y guisan la carne, otros ponen a cocer el nixtamal y lo llevan a moler, y cuando ya está listo todo nos juntamos y armamos los pibes.
“Mientras, los encargados de ir a buscar la leña, la penca, las hojas de jabín, y las piedras lo hacen, colocan todo en el hoyo y lo encienden; ya que esté todo acomodado, se estiban los pibes, se entierran y se cuecen al calor de la piedras. Es todo un ritual pero vale la pena por aquellos recuerdos y en memoria de todos los que ya no están.
“Es una fiesta en la que recordamos con mucho amor a los que se nos han adelantado, y nos une como familia; lo que se pretende es que las nuevas generaciones aprendan el valor de la unión familiar y con ello mantener vivas las tradiciones de Yucatán”, subrayó el abuelo.—