La lucha encarnizada por la Casa Blanca
No se presentó la “ola roja” que amenazaba con socavar el poder del presidente Joe Biden y de los demócratas, pero el avance republicano fue suficiente para igualar los cartones en la feroz lucha política que protagonizan los dos partidos principales de Norteamérica.
Hasta anoche el partido Republicano llevaba clara delantera —2011 escaños contra 194— para obtener la mayoría en la Cámara de Representantes, una posición clave para la disputa por la Casa Blanca en 2024.
En el Senado la pelea estaba muy cerrada —49 asientos de los republicanos contra 48 de los demócratas— cuando quedaba por definirse Nevada, que parecían inclinarse hacia el partido del color rojo.
Pero nada está escrito en los conteos electorales, “esto no se acaba hasta que se acaba” como bien decía el célebre beisbolista Yogi Berra.
En donde no les fue bien a los republicanos fue en los comicios para gobernador, aunque se reeligieron los gobernadores emblemáticos Gregg Abbott en Texas y Ron de Santis en Florida, los demócratas recuperaron Maryland con Wes Moore y Massachussets con la primera gobernadora lesbiana, Maura Healey.
Los demócratas refrendaron sus triunfos en gubernaturas muy importantes como la de Nueva York por cuenta de Kathy Hochul, quien en agosto del 2021 sustituyó a Andrew Cuomo luego de renunciar por acusaciones de acoso sexual.
El gobernador de California, Gavin Newsom, se reeligió por un nuevo periodo al igual que JB Pritzker, el millonario gobernante de Illinois.
Con la mayoría en la Cámara de Representantes los republicanos podrán controlar la aprobación del presupuesto federal e infinidad de proyectos de ley. Tendrán poder suficiente para obligar al gobierno de Biden a negociar asuntos claves, pero quizás el mayor gozo para los republicanos será la salida de Nancy Pelosi como vocera de la Cámara Baja.
Obviamente será imposible que en los próximos dos años se apruebe una reforma migratoria, por el contrario, con el dominio de los republicanos podría revivir el polémico proyecto del muro fronterizo iniciado por Donald Trump.
Si el Senado queda bajo control de los demócratas como ocurrió en los años recientes, Biden podrá manejar sin grandes obstáculos los asuntos exteriores que son tan importantes para los Estados Unidos. Aunque a decir verdad no le ha ido nada bien al actual régimen en su política exterior, por ejemplo en la guerra Rusia-Ucrania y en el éxodo de migrantes de Centro y Sudamérica.
En cuanto a la Cámara Baja los conteos arrojaban hasta el jueves que por lo menos 124 mujeres tendrán un escaño lo que representa el 23 por ciento del total de asientos. En el Senado son por lo menos 24 las mujeres que ocuparán un escaño, aunque podrían ser más porque cuatro damas más disputaban su triunfo en los conteos de votos.
Biden mostró en sus declaraciones una evidente alegría porque no se registró el “tsunami rojo” electoral que presagiaron politólogos norteamericanos.
Por su parte Donald Trump mantuvo discreción sobre los resultados del martes, aunque es de sobra conocido que prepara a conciencia su lanzamiento como aspirante a la presidencia de Estados Unidos a los comicios del 2024.
Así las cosas, todo indica que con los resultados electorales el poder quedó más repartido y con ello se anticipa una disputa más encarnizada por la Casa Blanca.
NO TICIA FINAL …
¿Cómo es posible que el presidente Andrés Manuel López Obrador linche verbalmente a sus opositores solo porque no están de acuerdo con su reforma electoral? ¿Dónde queda el respeto a la libertad de expresión y a disentir? ¿Se estará volviendo loco el inquilino de Palacio Nacional?— Hermosillo, Sonora.