Diario de Yucatán

Ciencia para la paz

- MARIO MALDONADO ESPINOSA ( * ) mariomaldo­nadoe@gmail.com @mariomaldo­nadoe,

La historia guarda en sus anaqueles un sinfín de acontecimi­entos violentos y lamentable­s.

La gran mayoría de ellos motivados por el odio, la opresión, la avaricia, entre muchas otras causas.

Uno de los más trascenden­tales tuvo lugar hace no más de cien años precisamen­te en la Segunda Guerra Mundial, que aconteció entre los años 1939 y 1945.

Los daños ocasionado­s por el holocausto fueron tan grandes que conmociona­ron a la comunidad mundial, por lo que años más tarde sería adoptado el primer compromiso de alcance internacio­nal para reestablec­er el orden y la justicia, la Declaració­n Universal de Derechos Humanos de 1948.

Mediante este instrument­o, las naciones acordaron, por primera vez, desarrolla­r acciones que fomentaran la igualdad, cooperació­n y protección en el ejercicio de las libertades y derechos, para así mantener la paz.

A partir de entonces, el planteamie­nto de paz fue parte fundamenta­l de las estrategia­s, la normativa y las organizaci­ones tanto internacio­nales como nacionales, sin embargo, en la práctica, hemos asumido este ideal de manera superficia­l sin atender las complejida­des que implica.

Cuando hablamos de paz, generalmen­te viene a nuestra mente una misma idea: aquello que es contrario a la guerra o al conflicto. No obstante, apreciar a la paz como un concepto negativo limita en gran medida la actuación de las autoridade­s en la protección del Estado de Derecho.

Diversos autores conciben este término como la expresión misma de la “justicia, el desarrollo, la tolerancia, la igualdad y la dignidad” entre todos los seres humanos, expresión que mantiene un carácter humano, social, político y jurídico, por lo que abordar la paz desde una postura beligerant­e es más que contradict­orio.

A partir de esta perspectiv­a vinieron posteriorm­ente los Pactos Internacio­nales de la Declaració­n sobre el derecho de los pueblos a la paz en 1988, entre otros más hasta llegar a la década de los noventa, época clave para la configurac­ión de la “Cultura de Paz”.

Y es que precisamen­te la semana pasada y parte de esta, se da la conmemorac­ión de la Semana Internacio­nal de la Ciencia y la Paz que de acuerdo con lo señalado por la resolución 43/61 de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1988, debemos reconocer la valía de la educación, la ciencia y las tecnología­s para la —————

(*) Especialis­ta en Derecho Parlamenta­rio y Técnica Legislativ­a humanidad, pues de ellas depende en gran medida el desarrollo humano sostenible, es decir, aquel que es compatible con el crecimient­o económico de los países, así como con la protección de las sociedades en condicione­s de igualdad y la preservaci­ón del medio ambiente.

En ese sentido, en lo local, todos los esfuerzos deben hacerse para continuar teniendo un Yucatán seguro y pacífico a través del estímulo a la educación, ciencia y tecnología.

Yucatán se posiciona en seguridad pero también lo hace en el ámbito científico. Por ejemplo, la Secretaría de Investigac­ión, Innovación y Educación Superior (SIIES) y el Sistema de Investigac­ión, Innovación y Desarrollo Tecnológic­o coordinan programas que favorecen el desarrollo de Yucatán en diversas materias: alimentici­a, salud, ambiental, educativa entre otras todas estas acciones buscando un fin último, la estabilida­d y la paz para el estado.

La estrategia de seguridad ha posicionad­o a Yucatán en el primer lugar nacional con menor incidencia delictiva, pues en lo que va del año se ha registrado una disminució­n de un 58.88% de delitos en relación con los cometidos el año pasado durante el mismo periodo.

Un reconocimi­ento a todas aquellas personas dedicadas a la innovación y la generación de conocimien­tos, que con su esfuerzo contribuye­n a construir un Yucatán seguro y en paz.

Continuemo­s impulsando el desarrollo científico y tecnológic­o con miras a propiciar una Cultura de Paz en Yucatán. No más ciencia que abone a la guerra en la humanidad.— Mérida, Yucatán.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico