Diario de Yucatán

La “traición” de un campeón

La relación entre Verstappen-Pérez se encuentra rota

- WILLIAM TREJO GONZÁLEZ

La Fórmula Uno es un deporte egoísta y siempre lo ha sido, desde las épocas de grandes campeones como Niki Lauda, Ayrton Senna y Michael Schumacher. Pero todos tuvieron al menos una cosa en común: siempre batallaron con sus coequipero­s, pero, la diferencia, fue el respeto en la pista.

Un ejemplo claro fue lo que sucedió con Senna, en 1991, cuando en el Gran Premio de Japón, al brasileño le bastaba para ser segundo y levantar su tercer título mundial. Ayrton desaceleró en las últimas curvas para que su compañero Gerhard Berger ganara en suelo nipón, con lo que concluyó el año en todo lo alto por ese gran gesto.

Momentos honorables como sucedió aquella vez en Suzuka han quedado muy ausentes en los últimos tiempos de la F1.

Las batallas internas que ocurren en las escuderías en cada Mundial son más evidentes. Y, también por el impacto mediático que ha tenido la máxima categoría del automovili­smo en los últimos años con un gran trabajo de Liberty Media, empresa encargada de generar mayores audiencias y ganancias para la F1. Un ejemplo muy claro: la serie “Drive To Survive” desde 2019, documental que ha logrado captar nuevo público, en su mayoría jóvenes interesado­s ahora en adquirir un boleto para presenciar alguna carrera.

Con tantas cámaras y micrófonos que rodean a los equipos, además de las múltiples entrevista­s que se hacen en cada carrera, los pilotos son obligados a cumplir con todo el “show” en los Grandes Premios, algo que antes era más controlado.

Pero…

Lo que pasó con Sergio “Checo” Pérez y Max Verstappen en el Gran Premio de Brasil no es nada nuevo en la Fórmula Uno. Pasó, pasa y seguirá pasando.

La historia del automovili­smo tiene una infinidad de antecedent­es para recordar. El fin de semana pasado se vivió un episodio con desprecios y calamidade­s. Una carrera que terminó ardiendo luego de la polémica entre los dos pilotos de Red Bull, en la que dejaron ver una relación de dos años muy “desgastada” y que no todo es “miel sobre hojuelas” como aparentan en las redes sociales al menos este 2022.

Posteriorm­ente, la informació­n que medios holandeses dieron a conocer es que Max se disgustó con “Checo” en el Gran Premio de Mónaco por presuntame­nte chocar a propósito en las últimas curvas para que el mexicano saliera por delante del holandés y tener oportunida­d de ganar la carrera, situación que sí ocurrió a favor del piloto tapatío. La batalla por el liderato en ese entonces era mucho más pareja.

¿Max cobró su deuda?

El piloto holandés no cedió su posición al mexicano en el circuito Interlagos, algo que en el papel de la escudería de la bebida energética era vital para que Sergio siguiera manteniend­o el segundo lugar en el Mundial de Pilotos, que le arrebató por ahora Charles Leclerc, de Ferrari. El monegasco llegó a 290 puntos, los mismos que “Checo”, pero con más victorias (3) que el tapatío (2). Todo se definirá este fin de semana en el último Gran Premio del año en Abu Dabi.

Max tendrá sus razones. El egoísmo de un bicampeón traspasó la línea y fue más allá, brincándos­e a jefes, directivos y hasta la propia marca, que ha quedado exhibida por no poder controlar a un empleado.

Quizá los nuevos talentos de la Fórmula Uno traigan un chip más actualizad­o y mucha hambre de demostrar sus talentos, pero para ser un gran campeón no es solo ganar títulos, es ser agradecido con los que alguna vez te ayudaron a conseguirl­o.

Y vaya que las declaracio­nes de Pérez tras la carrera en Brasil fueron directamen­te contra su coequipero.

“Si tiene dos campeonato­s es gracias a mí”, dijo Pérez al finalizar la carrera en el circuito de Interlagos.

Red Bull trató de calmar las aguas posteriorm­ente asegurando que en Abu Dabi Max ayudaría a “Checo” a ganar la carrera y así terminar en segundo sitio del Mundial. Helmut Marko, principal asesor de la escudería de la bebida energética se negó a dar declaracio­nes al respecto tras el infortunio momento que se vivió en la pista.

Helmut ha sido un principal detractor del mexicano desde que aterrizó con los Toro Rojo en 2021.

A opinión personal, toda la culpa no es solo de Verstappen, es la de un equipo que prácticame­nte le entregó la llave de la empresa a su joven promesa desde 2014, cuando el holandés hizo su presentaci­ón en la Fórmula Uno en el GP de Japón a bordo de un Toro Rosso.

Las expectativ­as de tener a un nuevo Sebastian Vettel, cuatro veces campeón del mundo con Red Bull, eran grandes con Max. Pero cuando a una persona, empleada, le das tanto poder desde el día uno, es alarmante para el entorno del negocio en el que te encuentres. Ahora, para cambiar las cosas es demasiado tarde.

El tema de jerarquías en la Fórmula Uno no solo pasa en Red Bull. La nueva camada de jóvenes talentos vino a desequilib­rar y a dar un realce a todos los equipos, pero dándoles un poder desde muy corta edad para liderar escuderías.

Tal es el caso de Verstappen, como Charles Leclerc en Ferrari, Lando Norris en McLaren, Esteban Ocon en Alpine, George Russell en Mercedes y Lance Stroll en Aston Martin.

Vettel dirá adiós al finalizar la carrera del domingo en Abu Dabi. Al alemán se le extrañará, no solo por sus campeonato­s, sino por la calidad humana que le caracteriz­ó en toda su trayectori­a. Algo que la nueva generación debe tomar en cuenta.

Todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un gran campeón. Y el respeto se gana con las acciones que se toman dentro y fuera de la pista.—

“Si tiene dos campeonato­s es gracias a mí”

■ SERGIO “CHECO” PÉREZ, al referirse a Max Verstappen el fin de semana pasado, al finalizar el Gran Premio de Brasil

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El mexicano Sergio Pérez celebra el tercer lugar de Max Verstappen en el Gran Premio de Mónaco de este año, que ganó el piloto tapatío

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