Mira bajo la alfombra
“Orgullo prieto” de Tenoch Huerta habla del racismo
Hablar del racismo en México es escabroso, pues significa “señalar el cadáver bajo la alfombra”, así refirió Tenoch Huerta el enfoque de su libro “Orgullo prieto” (Grijalbo, 2022), el cual está dirigido a jóvenes y fluye con un lenguaje sencillo, pero riguroso, entre conceptos que el actor considera importantes para abrir el tema.
“Siempre he pensado en el racismo como ‘el retrato de Dorian Grey’”, dijo, para después señalar la forma pintoresca con que el racismo ha construido la identidad nacional: el traje de charro, el hombre que va a caballo y “se aguanta” todas.
“Imagen muy conveniente, porque a pesar de su fuerza tiene que aguantar y también callar” y de la que “estamos lejos de representar a la diversidad mexicana”.
Esa imagen, señala el actor, proviene de principios del siglo XX, cuando la palabra mestizaje “arrancó a la gente la piel de la cara” para llevarla a la “blanquitud”.
La blanquitud es uno de los conceptos presentes en el libro y que Tenoch Huerta describe como un manera de pensar que pone en alto lo europeo sobre lo nacional, lo autóctono. Él mismo advierte que no se refiere al color de la piel, sino a prácticas propias del racismo.
El racismo como un sistema fue otro de los temas que el autor del nuevo libro abordó en la rueda de prensa ofrecida ayer de manera virtual y en la que Diario de Yucatán estuvo presente.
Desde esa línea, la propuesta de Huerta —la cual, según enfatizó, no quiere ser un “diccionario, un A-B-C, ni una biblia sobre el racismo en México”— no pretende señalar a un culpable de manera personal, puesto que en dicho sistema se involucra todo el país.
Así, a lo largo de 224 páginas, el nuevo título no comparte únicamente conceptos como racismo, clasismo y blanquitud, sino que también reúne vivencias en las que Huerta se ha percibido como víctima y otras más en las que se ha podido mirar como victimario. Lo anterior debido a la convicción que tiene de la importancia de compartir la vivencia humana, pues “lo que se necesita (para tocar el tema) es la experiencia hecha carne”.
“Reconocer el sistema en el que estamos formados es el primer paso para llevar el asunto hacia un cambio”.
Recuerdos de infancia
Así, quien es Namor en la nueva cinta de Marvel “Pantera Negra: Wakanda por siempre” compartió una lectura en voz alta de experiencias de su infancia en las que el racismo estuvo involucrado y él fue partícipe a pesar de su corta edad.
Expuso también la manera en que su carrera en la industria cinematográfica le ha significado un choque cultural porque el hecho de ser “prieto” influía en la validez de su perfil profesional.
“El racismo es contextual. Te leen de manera diferente según el lugar en el que te encuentres. El racismo no es inherente a la persona que lo sufre, sino a los ojos que miran”. Y esa mirada está presente en el todo el constructo mexicano, apuntó.
Sobre el cine, hizo una crítica de las figuras famosas que “le dan voz a los que no la tienen”, pues, asegura, “todos tenemos voz, lo que sucede es que no hay suficientes micrófonos”.
Determinante, compartió algunas comparaciones entre personajes que tienen un discurso de blanquitud y la forma en que se les correresponde de manera positiva. Un ejemplo mencionado fue: “Si una persona morena se queja, es un animal rabioso; pero si lo hace un blanco es un activista social”. Frente a ello, el libro busca ser un megáfono de una lucha importante.
Puntualizó que está consciente del privilegio que tiene para “tomar el micrófono” y ser escuchado.
Asimismo, hizo ver que las luchas siempre han sido las mismas: antes se le llamó defensa de la lengua, de la identidad, se le conoció como lucha por la Independencia, lucha por la Revolución.
Señaló que aquello que esas luchas persiguieron y aún persiguen es lo mismo: el derecho a la identidad y una variedad de derechos básicos que son negados cuando se luce físicamente en forma contraria a lo deseado por los cánones de la blanquitud.
“La lucha por el agua, por ejemplo: no le quitan el agua a gente de Polanco, pero sí a habitantes de la sierra. No desaparecen estudiantes de escuelas privadas, pero sí de Escuelas Normales de regiones indígenas”.
Ante el llamado “racismo a la inversa”, declaró: “Un acto de discriminación no puede ser clasificado como racismo; el racismo es un entramado en el que confabulan instituciones, leyes y que tiene un pasado histórico de 500 años”.
Angélica Olmedo, editora, informó que “Orgullo prieto” se encuentra disponible en librerías y que en formatos e-book y audiolibro con la voz de Tenoch Huerta se le descarga en plataformas.—