Plantean mayores medidas
Falta difusión de restricciones en vestigios mayas
El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles en Yucatán, Juan José Martín Pacheco, recomendó mayor vigilancia en zonas restringidas de Chichén Itzá, una difusión más amplia de las prohibiciones desde la venta de boletos y la aplicación estricta de la ley federal que protege este patrimonio.
Entrevistado sobre el incidente que ocasionó una turista que subió a la pirámide de Kukulcán el domingo pasado, Martín Pacheco manifestó que la molestia de numerosas personas es porque la mujer subió a esa estructura pese a estar prohibido, rompió la paz del sitio y faltó al respeto al culto maya.
“Creo que la gente pensó: ‘¿por qué ella sí y yo no?, si sabe que está prohibido’”, consideró. “Los abucheos y los gritos de ‘métanla a la cárcel’ son una muestra que la propia gente cuida ese sitio sagrado. Si entre más de 7,000 visitantes diarios que van a Chichén Itzá uno rompe las reglas, pues causa molestia a los demás”.
“Todo visitante sabe que en todo el mundo existen restricciones para la protección de los monumentos históricos por su antigüedad y deben respetar esas prohibiciones”.
En el caso de la pirámide Kukulcán, según recordó, se prohibió porque la escalada que hacían miles de personas causaba deterioro a las piedras milenarias de la construcción.
“Hay custodios que verifican que la gente no tenga acceso a las plataformas principales de Chichén, como la pirámide Kukulcán y el acceso al Jaguar de Jade que está en el interior de El Castillo por el desgaste que sufrían”, recordó.
“Los empresarios turísticos estamos de acuerdo con que se debe proteger el patrimonio histórico y cultural de Yucatán, nos sumamos y apoyamos en la difusión de las restricciones que dispone el INAH”.
“Debe haber mayor vigilancia por el volumen de visitantes que llegan diario a la zona arqueológica”, recomendó. “Es lamentable que a pesar de que están los letreros de que está prohibido subir a la pirámide, alguien no lo cumpla”.
“Lo que hizo la autoridad del lugar fue detenerla, pero creo que debieron aplicar la multa que es de 50 mil a 100 mil pesos, pero solo le cobraron cinco mil pesos”.
“Pienso que en la propia portada del sitio web de Chichén Itzá, las dependencias que promocionan el turismo y la zona arqueológica, y los lugares donde venden los boletos deben advertir de todas las restricciones”, sugirió. “No vaya a surgir un loco que se tire al cenote sagrado”.—