“Epidemia de embarazo” precoz
Una de las causas es la calidad de la educación juvenil
En el mundo, el embarazo adolescente es un grave problema de salud pública de índole multifactorial; para la mujer conlleva implicaciones educativas, económicas y sociales que afectan su proyecto de vida y amplían las brechas sociales en este grupo etario, afirman los investigadores Pablo Kuri-Morales, Rosalinda Guevara-Guzmán, Vivian Phillips-Gutiérrez, Anayeli Mota-Sánchez y Claudia Díaz-Olavarrieta.
Asimismo, las adolescentes son más vulnerables por el riesgo en salud que implica un embarazo a corta edad, dicen en su artículo “Panorama nacional del embarazo precoz en México: lecciones aprendidas en un sexenio” (2021), publicado en la Gaceta Médica de México.
Según la Organización Mundial de la Salud, “la probabilidad de muerte materna es dos veces más en las adolescentes respecto a las mujeres que se encuentran entre los 20 y 30 años de edad, y para las menores de 15 años los riesgos son cinco veces mayores”, destacan.
Precisan que, según la misma OMS, en el orbe las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre adolescentes; anualmente, alrededor de tres millones de jóvenes con embarazos no deseados se someten a abortos inseguros, practicados en condiciones de riesgo por personal no capacitado.
Estudios fragmentados
Los investigadores, de la Academia Nacional de Medicina de México y la Universidad Nacional Autónoma de México, indican que la epidemia de embarazo adolescente se ha estudiado de manera fragmentada, como una consecuencia de la inequidad de género que afecta adversamente a las niñas y adolescentes que viven en comunidades rurales o áreas metropolitanas periurbanas de alta marginación.
Para ellos, “la epidemia de embarazo adolescente es el resultado de diversos problemas”, entre ellos:
1) De la calidad de la educación que se oferta a los jóvenes, que no les permite diseñar un plan de vida ambicioso en el que se posponga la reproducción para edades más tardías;
2) De un entorno sociocultural en el que la maternidad es vista como un valor que supera logros académicos, laborales o personales;
3) De la falta de acceso real a los métodos anticonceptivos que las jóvenes puedan usar y a conocimiento basado en evidencia, incluidos los métodos reversibles de larga duración de última generación diseñados para nulíparas (mujeres que nunca han parido).
4) De la transmisión intergeneracional de la pobreza, en la que los patrones de conducta se replican de madres a hijas;
5) De coerción reproductiva, otra manifestación de la violencia basada en el género, y el acoso o violencia sexual que sufren las jóvenes cotidianamente en sus hogares y en su entorno, que limita su capacidad para negociar el sexo seguro.
6) De que a menor edad reproductiva, menor espaciamiento de los hijos y mayor número de parejas que apoyen a las mujeres a afrontar el sustento familiar.
Los costos en las vidas
En cuanto a las consecuencias biológicas y sociales del embarazo adolescente, los investigadores enlistan, entre otras, las siguientes:
1) Tasa de mortalidad más elevada durante el parto y puerperio, como resultado de la desnutrición, obesidad o sobrepeso antes, durante y después del parto.
2) Hijos con bajo peso al nacimiento.
3) Incremento en el número de hogares liderados por mujeres, que históricamente son más pobres.
4) Analfabetismo, más común en las mujeres.
5) Uso explosivo de las redes sociales entre las jóvenes, que presenta una imagen aspiracional que difícilmente encuentra una traducción objetiva en su cotidianidad.