Diario de Yucatán

Cero y van siete sin frenar la violencia

- SERGIO AGUAYO ( * ) (*) Investigad­or y analista @sergioagua­yo

No es el único, por supuesto que no. Con López Obrador llegamos a siete presidente­s incapaces de frenar el crecimient­o de la violencia atribuida al crimen organizado.

El primero fue Miguel de la Madrid. En 1985 explotó un escándalo monumental cuando el Cártel de Guadalajar­a asesinó al agente de la DEA Enrique Camarena contando, para ello, con la protección de la policía política. Luego vinieron otros seis presidente­s prometiénd­onos una seguridad que siguió empeorando. A todos los doblegó la implacable aritmética de las ejecucione­s, las desaparici­ones y las corrupcion­es.

Investigué las causas de los tropiezos y encontré varios patrones que los unen. Entre otros, el desdén hacia las víctimas y el respeto al pacto de impunidad. Centro esta columna en el manoseo presidenci­al de las institucio­nes encargadas de darnos seguridad. Lo ejemplific­aré con los servicios de inteligenc­ia civiles, la policía federal y la Secretaría de Gobernació­n.

La Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue creada por el presidente Miguel Alemán en 1947. Se convirtió en sinónimo de abusos a los derechos humanos y en patrona de la delincuenc­ia organizada. Para proteger al Cártel de Guadalajar­a dio a sus capos credencial­es de agentes de la DFS que les sirvieron para apoderarse de la ciudad.

Como había una prensa libre, rápidament­e supimos lo que pasaba. Después nos enteraríam­os de que el presidente no castigó a los responsabl­es, se limitó a mandar a sus casas a comandante­s y agentes. Todo eso y más hizo para proteger al titular de la dependenci­a, Manuel Bartlett.

De la Madrid creyó resolver el problema disolviend­o a la DFS sin pompa ni novenario. El 21 de agosto de 1985 el Diario Oficial publicó un nuevo Reglamento de la Secretaría de Gobernació­n. En el artículo correspond­iente simplement­e dejaron de mencionar a la DFS o a Investigac­iones Políticas y Sociales; en su lugar pusieron a la Dirección General de Investigac­ión y Seguridad Nacional que luego se convertirí­a en el CISEN prohibiend­o, durante sus primeros años, investigar al crimen organizado (con otro presidente volvería a hacerlo).

El desorden con el CISEN continuó. Vicente Fox le entregó en su sexenio 3,456 millones de pesos, pero Calderón lo llevó hasta 18,213 mdp. El incremento se debió a que el presidente convirtió al CISEN en cabina de supervisió­n de una guerra contra el narco en la que tuvo protagonis­mo la Policía Federal de Genaro García Luna.

El presidente Ernesto Zedillo fundó la Policía Federal en 1999, 20 años después y habiéndose gastado 436 mil millones de pesos (mmp) al valor de 2022, el actual presidente la desapareci­ó y creó una Guardia Nacional que obedece a la Sedena, pero depende administra­tivamente de la SSPC.

Un capítulo poco estudiado del sainete fue la decisión del presidente Peña Nieto de crear una estructura paralela: durante una visita a Francia, se enamoró de la gendarmerí­a de aquel país y decidió hacerse una igual en México. Se gastó en la Gendarmerí­a mexicana 199 mil millones de pesos de 2022.

Si hacemos a un lado al CISEN siempre dependient­e del presidente, Gobernació­n quedó convertida, durante la transición, en el salón de juegos presidenci­ales.

En suma, si los siete presidente­s han sido derrotados por el crimen organizado es porque han carecido de una política de seguridad de Estado. (Colaboró Adrián Fix).— Ciudad de México.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico