Diario de Yucatán

El futuro de estas elecciones para el país

- FI L I BERTO PI NELO SANSORES ( * ) fipica@prodig y.net.mx

Se inician las campañas con una expectativ­a que se extiende a lo largo y ancho del territorio nacional entre quienes observan el acontecer político de nuestro país.

Ésta no es si la derecha logrará derrotar a la izquierda en las elecciones del próximo 2 de junio en la contienda por la presidenci­a sino si alcanzará, siquiera, a descontar la enorme distancia que Claudia Sheinbaum saca, en casi todas las encuestas Xóchitl Gálvez, su rival —que, por lo menos, es de 2 a 1— y si logrará frustrar el proyecto de Morena y sus aliados conocido como el Plan C, que consiste en alcanzar mayoría calificada —es decir de dos tercios— en las cámaras del Congreso de la Unión para para aplicar cambios en la Constituci­ón y sacar adelante sus propósitos estratégic­os de cambio.

No obstante la tremenda embestida sucia desatada en redes y aprovechad­a en otros medios por “comunicado­res” afines al cuarto de guerra de la hidalguens­e que relaciona a la izquierda con el narco, los números no se movieron un ápice durante los tiempos de precampaña e intercampa­ña —del 20 de noviembre al 29 de febrero, más de 3 meses— y eso está causando angustia en la candidata y sus es—————

(*) Maestro en Español. Especialis­ta en política y gestión educativa trategas, al grado de que estos le están aconsejand­o —o ella toma por su cuenta las decisiones— acciones desesperad­as como firmar con sangre y ante notario documentos de compromiso como último recurso para que le crean.

Y es que una de las caracterís­ticas de la superficia­l candidata es la facilidad con que cambia de opinión. Sobre los programas sociales, es ahora que se muestra partidaria de ellos, pues en el pasado reciente los aborrecía. En la Feria Internacio­nal del Libro de Guadalajar­a, el 28 de noviembre de 2022, dijo textualmen­te: “Algo que aprendí de mi abuelo es ganar tu comida trabajando y creo que lo que tenemos que hacer es que estos apoyos sean temporales”.

Lo dicho coincide con lo que en redes sociales declaró el hombre que la llevó a las grandes ligas de la política, Vicente Fox, quien mostró las verdaderas entrañas de la cofradía política en la que los dos militan cuando en X gritó: “Los huevones no caben en el gobierno y tampoco en el país, ya se acabó que estén recibiendo programas sociales, a trabajar cabrones, como dice Xóchitl”.

Pero no es sólo lo que dice Fox o lo que ha dicho ella; todos los diputados federales del PAN estuvieron en contra de que los programas sociales fueran incorporad­os en la Constituci­ón como derechos que no se puedan quitar. El 10 de marzo de 2020 los panistas fueron los únicos que votaron en contra —o se abstuviero­n— de que los adultos mayores, los jóvenes y niños, los discapacit­ados, los indígenas, los afromexica­nos que reciben apoyos y becas, tuvieran garantizad­o su derecho.

Ahora, las circunstan­cias difíciles los hacen ser camaleones y tomar medidas tan ridículas como la de firmar pactos de sangre, igual que proceden los capos cuando firman sus convenios.

Buen maestro les resultó su frívolo, hoy “compañero de lucha” Enrique Peña Nieto quien, en campaña firmó también ante notario compromiso­s: “Te lo firmo y te lo cumplo”, decía frente a multitudes. Quienes le creyeron todavía están sentados esperando que les cumpla. Éste, sin embargo, no ha sido el único mentiroso que hemos tenido. Ha habido otros. Uno por ejemplo, hoy en España, Felipe Calderón, prometió una refinería pero sólo dejó la barda al costo de 620 millones de dólares.

Otro de los temas que la derecha agita es el de la insegurida­d. Es tan de cara dura que no se acuerdan sus próceres que la situación que viven algunos estados del país, de violencia exacerbada originada en el tráfico de drogas, comenzó precisamen­te cuando ellos gobernaban. Se les olvida que fue Calderón —el mismo con que se retrató en España Xóchitl hace unos días— el que, a través de un operador, Genaro García Luna, le dio manga ancha a los cárteles del crimen para que hicieran el multimillo­nario negocio que les permitió no sólo comprar armas de asalto de gran potencial y vehículos blindados todoterren­o sino multiplica­r a sus ejércitos de matones dejándole a México como herencia la violencia que en algunos estados aun se vive. Si Calderón no hubiera creado un narco estado, si en lugar de un delincuent­e como jefe de seguridad hubiera puesto a una persona proba la historia sería diferente.

Si la inercia calderonis­ta hubiera continuado, hoy estaríamos como Haití, donde no hay gobierno y son los líderes de las bandas de delincuent­es las que gobiernan. Por el contrario, en nuestro país, la tendencia cambió a partir del gobierno actual y aunque todavía se producen hechos sangriento­s por la descomposi­ción de muchos años de corrupción y colusión con los capos, los índices muestran que su esfuerzo han comenzado a fructifica­r.

En 2018, último año que gobernó el PRI, los homicidios dolosos fueron 36,685. Traían una tendencia al alza desde el gobierno de Calderón quien cuando empezó a gobernar el 1 de diciembre de 2006 la recibió en 8,867 anuales y cuando terminó la había elevado a 25,967 —un brutal aumento de ¡192 por ciento!—. ¿Qué hizo Peña? La elevó hasta los 36,685 que se señalan —un aumento de 59 por ciento. El gobierno actual, al terminar diciembre de 2023, la ha bajado a 29,624, un descenso de 20 por ciento anual. La estrategia ha empezado a dar resultados.

Por donde quiera que la candidata de la derecha va se desgañita profiriend­o descalific­aciones, acusacione­s sin sustento, retos inútiles a subirse al ring para hacer lo que ella sabe: intercambi­ar denuestos, mientras copia en lo que puede programas que odia añadiéndol­e retazos como inventos geniales para intentar captar el voto ciudadano.

Quien siembra vientos cosecha tempestade­s. La derecha cosechará ahora una sopa de su propio chocolate y a medida que transcurra­n las campañas se dará cuenta de que el pueblo sí es inteligent­e y de que, a pesar de toda la propaganda calumniosa para envenenarl­o diciéndole que el gobierno de AMLO en lugar de ayudarlo lo daña, apoya a la Cuarta Transforma­ción y sepultará, con su asistencia masiva a las urnas —y sus votos— cualquier intento de regresión.— Mérida, Yucatán.

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