La contienda por la gubernatura yucateca
El candidato a la gubernatura del estado por la coalición PRI-PAN-Panal, Renán Barrera Concha, decidió adoptar la Bandera Yucateca (BY) como el ícono principal de su propaganda político-electoral.
Todo parece indicar que el alcalde de Mérida con licencia prefiere utilizar la BY como su referente central, en lugar de utilizar los símbolos de los partidos que respaldan su candidatura a la máxima responsabilidad pública de nuestra entidad.
En extensa entrevista periodística, Renán Barrera intentó defender lo indefendible: justificó con diversos subterfugios apocalípticos la alianza con su otrora archienemigo el PRI, aduciendo que “la mayoría de los yucatecos comprendió y entendió que deben cuidar a Yucatán ante el peligro de que el partido Morena acabe con todos los logros y convierta al estado en una gerencia del centralismo y de la Presidencia de la República” (D.Y., 25 de marzo, Local, P. 5).
En la citada entrevista, Barrera Concha también defendió el uso de la BY como símbolo dominante de su campaña, por encima de los emblemas de los partidos políticos integrantes de la coalición que lo propone para la titularidad del Ejecutivo estatal.
En su natural obsesión por levantar su campaña —y a sabiendas de que hasta ahora se mantiene en un electrizante empate técnico con Huacho Díaz Mena, el candidato de la coalición Morena-PT-Pevem—, Renán Barrera asume una peligrosa posición de enfrentamiento insano con la Federación, precisamente azuzando el uso de la BY para enfatizar los “intereses localistas” en su campaña, al afirmar vehementemente: “Hoy, ante el centralismo del gobierno federal hay que (o) poner la bandera yucateca para repetir que aquí vamos defender los intereses de los yucatecos”, dejando por sentado de manera perniciosa que los intereses de la Federación son, hoy por hoy, contrapuestos a los de quienes habitamos este tirón de la República.
Más allá del revuelo que pudiese estar causando el uso de la BY por los estrategas de Renán Barrera, resulta interesante esclarecer hasta qué punto este lábaro regionalista mantiene alguna vigencia o cierta significación para todos los yucatecos.
Este editorialista consultó con varios historiadores que conocen bastante sobre el tema y todos coincidieron en señalar que la irrupción efímera de esta bandera en realidad fue un accidente histórico en nuestro estado.
Asimismo, en la página oficial del Ayuntamiento de Mérida se consigna la siguiente información que da cuenta de este incidente histórico, propiciado por las élites políticas de los tiempos del centralismo que impuso el presidente Antonio López de Santa Ana: “Don Juan Francisco Molina Solís, en su ‘Historia de Yucatán’ apunta que la noche del día 16 de marzo de 1841, estando en sesión solemne de instalación el Ayuntamiento de Mérida, un grupo de personas sin armas comandadas por Don Miguel Barbachano, Don Martín Peraza y otros, invaden la Sala Consistorial para solicitar que el municipio de Mérida requiera al Congreso que declare la independencia de Yucatán.
“Los ediles, presionados por los barbachanistas, ofrecen intervenir ante los representantes del pueblo. Los peticionarios con aires de triunfo, aplauden y gritan vivas a los concejales. Los más exaltados, alzados en pasión, subieron al techo del Palacio Municipal e izan la enseña yucateca”.
A decir verdad, con el paso del tiempo la presencia de la flamante bandera yucateca se fue difuminando, dada su irrupción efímera en el acontecer histórico de nuestra entidad. Es decir, en ningunos de los periodos históricos de relevancia en nuestro estado —Guerra de Castas, República Restaurada, Revolución, periodo posrevolucionario, finales del siglo XX— fue enarbolado este lábaro para levantar las causas de nuestro estado, por legítimas que éstas hubiesen sido.
Por lo anterior, sostenemos la hipótesis de que este lábaro regionalista/localista nunca se afianzó en la memoria colectiva del pueblo yucateco ni éste la asume, hoy por hoy, como un componente de su identidad histórica, social y cultural.
Con el lábaro en comento ocurre algo similar que con el llamado himno yucateco, el cual reflejó épicamente la ardua lucha del pueblo mexicano —encabezado por el presidente Benito Juárez—, en contra de la invasión de los imperialistas franceses. No obstante, este himno tampoco se afianzó ulteriormente en el sentir ni en la memoria del pueblo yucateco.
Cabe añadir a estos comentarios que tanto la BY como el himno yucateco no están reconocidos en la Constitución Política de nuestro estado ni en ninguna legislación secundaria.
En conclusión, creemos que exaltar el localismo y repudiar a la Federación bajo el cobijo de una bandera que poco o nada significa para los yucatecos, representa una mala estrategia política y mercadológica del flamante candidato del PRI-PAN-Panal al gobierno del estado.
De persistirse en el uso de la llamada bandera yucateca como ícono central de su campaña, habría que preguntarnos si a Renán Barrera le alcanzará el paño para mejorar su estancada posición en las intenciones de voto de los ciudadanos. Veremos.— Mérida, Yucatán.