Amar con humildad
Hoy día urge el testimonio de fe de los creyentes
“En la Última Cena, el Señor hizo algo fruto de la Eucaristía, fruto del sacerdocio: la caridad”, expresó monseñor Pedro Mena Díaz, obispo auxiliar de Yucatán, durante la misa de la Cena del Señor con lavatorio de pies que presidió ayer en la Catedral.
Jesús pidió “que nos amemos los unos a los otros sinceramente con autenticidad y eso solo se puede hacer con humildad, por eso el maestro se puso a los pies de sus discípulos para enseñar que solo desde la humildad se puede vivir auténticamente y solo desde la humildad el amor siempre es nuevo”.
Ése, continuó, “es el mandamiento nuevo, no porque ese día lo dijo Jesús, sino que el amor siempre será nuevo si somos capaces de ponernos a los pies de nuestros hermanos”.
Lo que Jesús hizo esa noche fue para que lo tomáramos de ejemplo y “seamos un signo de amor en este mundo que necesita del testimonio de los creyentes porque hemos creído en lo que dice el Evangelio: ‘que nos amó hasta el extremo’”.
“Para tener el coraje de vivir ese tipo de amor, Jesús se queda en la Eucaristía como alimento para que nosotros recordemos que entregó la vida y derramó su sangre por amor y para que nos animemos a servirnos los unos a los otros”.
El obispo auxiliar resaltó que la celebración de la Cena del Señor dejó tres regalos: el sacramento de la Eucaristía, el don del sacerdocio ministerial para el servicio y el mandamiento del amor.
Luego de la homilía, el prelado lavó y besó el pie derecho de cuatro mujeres y ocho hombres custodios, de Liturgia y Archicofradía: Édgar Poot Borges, Jesús Moo Delgado, José Asunción Tzuc Matú, Carlos Francisco Sosa Balam, Narcisa Pech Puc, Fernando Paleo Carrillo, Yuly Hernández Álvarez, Mariana Gutiérrez Torres, Teresa del Rosario Contreras Berzunza, Miguel Ángel Viana Piña, Manuel Pisté Rivero y Joaquín Fernando Castillo Aguilar.
En la celebración no sonaron las campanas y en su lugar se escuchó el sonido de antiguas cajas de madera, tal como marca la tradición durante el Triduo Pascual.
Durante las oraciones se pidió por la salud del arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, quien resultó con fracturas tras un accidente vehicular el pasado domingo 10.
Celebraron con el obispo Mena los presbíteros Juan Pablo Moo Garrido, Alberto Ávila Cervera y el diácono permanente Fernando Bermejo.—