Históricos 29 puntos
El campeón también dobla las manos ante los líderes Venados en el “Carlos Iturralde”
También el orgulloso campeón de la Liga de Expansión dobló las manos ante la histórica mejor versión de los Venados FC.
El conjunto yucateco, con una victoria inobjetable, 2-0 ante Cancún FC, alcanzó una cifra nunca antes lograda en la división de plata del fútbol mexicano, en una temporada que está dejando cotas memorables.
Dos goles en la primera media hora de juego sentenció el partido a favor de los Venados, que, con 29 puntos, van que vuelan para terminar como primeros de la tabla, algo que, por como se vieron la campaña anterior, se veía difícil de lograr.
Suman 29 unidades, borrando los 28 que lograron los de la edición 2012 bajo la férula de Ricardo Valiño. A los que anoche despidieron los más de 6,500 espectadores, dicen los críticos que siguen la Liga, se le ve como un equipo con todas las aspiraciones de llegar a tierra prometida: el campeonato. Falta largo trecho, entre el cierre del rol regular y la liguilla, que a veces resulta ser un territorio pantanoso en que los grandes se hunden más rápido que los chicos, pero se sabe que las posibilidades son reales.
Y Cancún, que en el Apertura los eliminó en la liguilla, era un buen parámetro para medir los alcances de los dirigidos por Rafael Fernández. El campeón, como sea, siempre va a ser el campeón, y las Iguanas llegaron bien posicionadas a este partido, sabedoras de que era necesario ganar para aspirar a meterse en la parte alta.
Pero los Venados se fueron sin consideraciones. Necesitaban goles pronto para decir que estaban en tierra prohibida. A los 13’, una gran jugada iniciada desde la media cancha terminó con una pincelada de Patricio Zerecero para el 1-0.
Y cuando la vida de te da, te da. A los 19’, hubo un pase corto dirigido a Sleyther Lora, pero no pudo el colombiano frenarse para recibir, y la pelota llegó a Wílliam Guzmán, quien tocó para mandar el balón a la red.
Cancún, que en la primera parte ofreció poco, luchó más en la segunda mitad, pero sin profundidad. Y los líderes aguantaron y presionaron cuando fue necesario para cerrar el torneo sin perder en casa (14 juegos al hilo sin caer aquí).—