Exime de “pecados” a España
Un historiador dice que no tiene que pedir perdón
MADRID (EFE).— “En América contamos la Historia con odio, en España se la cuentan con culpa”, dice el historiador mexicano Juan Miguel Zunzunegui, participante en las jornadas “Hispanoamérica, un futuro compartido”, en las que expertos debaten sobre el trayecto común de ambas regiones.
Para Zunzunegui (Ciudad de México, 1975), Simón Bolívar “fue un tonto útil”, algo que no es popular decir. En su opinión, el libertador “es un idiota útil trabajando para los ingleses”, deseosos de que cayera el imperio español.
Autor de una veintena de libros y comunicador en radio y televisión, asiste a las jornadas organizadas por la productora López-li Films, la Asociación Unidos por la Historia y la Fundación Rafael del Pino, con motivo del próximo estreno del documental “Hispanomérica”, en el que participa.
“La historia tiene que revisarse siempre”, defiende, y añade que cada país de Hispanoamérica “no ha logrado nada después de 200 años de independencia y no ha asumido que es culpa nuestra”, aunque por lo general se le eche a la época colonial.
“Usamos el pasado para justificar las miserias del presente, pero no lo usamos para nada constructivo y lo usamos para reclamar odios”, sentencia.
A su juicio, “llevamos 200 años haciendo mal las cosas”, pero dos siglos después de la Independencia nadie está “por aceptarlo que hemos hecho mal”.
Madrid, recuerda, tiene una estatua de Bolívar pues España siempre ha querido mantener una buena relación con América; en contraste, en México las hay de “presidentes gringos” como Abraham Lincoln y no de Hernán Cortés, sin quien “no existiría México”.
“El mexicano de hoy está más enojado con Cortés, España y la Conquista que el de hace cuarenta años” por un relato “manipulado” por personas como el Presidente, que insiste en que “tenemos que estar enojados” por la época colonial.
Frente a ese discurso, Zunzunegui argumenta que lo que hermana a todos los pueblos de América “es la hispanidad”, el compartir una misma lengua y religión.
“No hay nada de lo que pedir perdón, de qué avergonzarse”, porque “lo que España logra en el siglo XVI es una cosa fuera de serie, es para que estén orgullosos, aunque luego salieron cosas mal con el imperio, como en todas las civilizaciones”.