El nuevo Congreso
El próximo domingo 2 de junio los yucatecos elegiremos a quienes nos representarán, tanto en lo federal como en lo local. Por lo que respecta al Congreso del Estado, éste tendrá una nueva conformación.
Las elecciones tienen su fundamento en la voluntad ciudadana a través del voto directo; ello presupone que deben ser libres y competitivas para legitimar a los representantes.
El Poder Legislativo debe tener como prioridad la búsqueda del bien común; no obstante, también debe considerarse su actuación. Los diputados tienen una función representativa general y no particularizada, lo que se refleja en el hecho de que los actos legislativos se le imputen al Congreso o la Legislatura sea visto como como un todo, y no solo a las y los representantes que votaron a favor de ese acto en particular; lo que implica un mandato representativo en oposición a uno imperativo.
En nuestro país, la integración de los congresos locales se encuentra determinada en proporción a los habitantes de cada uno, debiendo cumplir con la regla siguiente: No podrá ser menor de siete diputados en los Estados cuya población no llegue a 400 mil habitantes; de nueve, en aquellos cuya población exceda de este número y no llegue a 800 mil habitantes, y de 11 en los Estados cuya población sea superior a esta última cifra.
Lo anterior, hace evidente que dentro de la libre potestad legislativa de los diputados que integran la actual LXIII Legislatura y ante el censo poblacional conforme las cifras del Inegi 2020, se advirtió un aumento poblacional de 1.8% en relación con las cifras dadas por el Inegi correspondientes a 2010; es por ello que consideraron que la representación en el Congreso debe ser más cercana a los resultados electorales, que refleje el porcentaje de representación en cada curul, la voluntad popular reflejada en los resultados de la votación, y en consecuencia, fortalezca la calidad de la democracia en Yucatán.
En efecto, actualmente, y conforme las últimas elecciones de 2021, el PAN tiene el 35 por ciento del total de los votos de la ciudadanía, por lo que le correspondió el 56 por ciento de las curules en el H. Congreso del Estado; Morena, con el 25 por ciento de la votación alcanzado, tiene el 16 por ciento de los escaños; el PRI, con el 23 por ciento del total de votos, tiene el 12 por ciento de la representación, siendo un mecanismo inadecuado para garantizar que cada curul refleje lo que demandan las mayorías, pero también las minorías.
En ese sentido es importante que el número de diputados sea tal, que la población que represente un diputado se sienta auténticamente representada de forma directa o proporcional en un distrito.
Tomando como argumento la representación que deben tener todos los ciudadanos ante ese órgano deliberativo, se propuso aumentar el número total de curules de 25, y estos pasen a ser un total de 35 para la siguiente legislatura, considerando que veinte serán electos por el principio de mayoría relativa y los restantes, por el de representación proporcional. Después de 200 años de existencia del Congreso en Yucatán, ha sido muy poco el cambio en el número de diputados desde su nacimiento. Éste, entonces, representa un cambio significativo de 10 diputados más.
De allí que sería imperativo estar pendientes del resultado verificable del quehacer de los nuevos representantes, es decir, lo fundamental aquí es el contenido de la acción; por tanto, la importancia de la representación sustantiva no debiera residir en el hecho de que una persona sea electa periódicamente, sino la evaluación de cómo actúa ésta para promover y gestionar los intereses de quienes representa.— Mérida, Yucatán.