Evocan al “Gabo” en su aniversario
Para Jorge Volpi, su relevancia es realismo mágico
MADRID (EFE).— Para Jorge Volpi, Gabriel García Márquez fue un “clásico en vida” y lo sigue siendo ahora, porque su obra “nunca ha dejado de estar presente”.
El escritor participó ayer en un diálogo con María Ospina organizado por la Casa de América en Madrid con motivo del décimo aniversario del fallecimiento del Nobel colombiano.
En la charla “Recordar a García Márquez. Diez años después”, Volpi destacó cómo muchas “modas literarias se han ido apagando”, lo que en su opinión no sucedió con García Márquez.
“Y eso sí que es realismo mágico, que un escritor sea tan presente en tantas lecturas, eso no deja de ser muy notable”, afirmó.
Según Volpi, García Márquez, “teniendo una opción política tan marcada en un espectro”, se convirtió en figura de “papá grande” y lo político no le hizo mella.
Ospina explicó que leer a García Márquez ha sido para su generación una “especie de educación emocional” y el que Nobel ha dado “licencia para hablar de Historia con la literatura, porque la historia colombiana está narrada por él antes que por cualquier otro narrador”.
“García Márquez explicó en sus novelas que, a través de la palabra y de la fantasía, y la invención, se aborda lo histórico”, añadió Ospina, para quien sus personajes favoritos de la obra de García Márquez son los viajeros, como Melquiades, personajes “excéntricos y raros”.
Mirar a otros
En torno a esos personajes se “generan historias preciosas”, que ponen el foco en “cómo miramos a los otros”. También puso de relieve a “las mujeres que lidian con el mundo”, las que “buscan la manera de encontrar un tarro de café” y que “cuestionan el orden social”, como Úrsula Iguarán en “Cien años de soledad”; son mujeres que, dijo, deciden “la vida del mundo”.