Abandona la oscuridad
José Luis Loría se enfoca ahora en los murciélagos
Como una forma de representar dos tipos de oscuridad, la personal y la externa del mundo, José Luis Loría Méndez realiza dibujos de murciélagos con los que, además, se encuentra descubriendo un mundo de tinieblas en su vida.
En entrevista con el Diario, el pintor revela que recientemente atravesó un momento complicado de salud. “Después de semanas de intenso dolor, me diagnosticaron la pérdida total de visión de mi ojo derecho”.
Sin embargo, esto no ha sido una limitación para él, pues dice que “desde hoy mis manos se convertirán en alas para deslizarme en el aire y seguir por el mundo dando a conocer mi arte”.
Al hablar de la colección sobre los mamíferos voladores, Loría Méndez explica que se siente identificado con los murciélagos y que los admira. Y considera que humanos y murciélagos comparten características morfológicas. “Las alas de los murciélagos son parecidas a la mano y el hombro de un humano”, afirma.
Con los murciélagos, añade, quiere representar dos tipos de oscuridad: la personal y la externa del mundo. “Para mí son una especie superior al Homo Sapiens, que vive hoy en una oscuridad total, falta de orientación, confusión y perdición”, agrega el pintor.
En Yucatán hay 37 especies de murciélagos, únicos mamíferos capaces de volar como aves. La ecolocalización les permite desplazarse en completa oscuridad.
Son de gran importancia para los ecosistemas, pues controlan plagas por su consumo de insectos.
Loría destaca la conexión que esta colección tiene con su otro proyecto, “Pedazos de paraíso”, estudios de la naturaleza del sur de México y Guatemala que representan la vida eterna, la luz y la felicidad. Con la metáfora del murciélago, José Luis Loría puede viajar entre el paraíso y las tinieblas.
El pintor revela que elaborará 90 ilustraciones hiperrealistas de estos animales, estudios de su anatomía y representaciones en la cultura popular, mediante lápices de color en papel francés en medio y gran formatos. Pretende exhibir las obras en Francia e Israel.
Loría Méndez empezó a dibujar en 1962, a los 10 años. En la década de 1980 eligió la técnica de dibujo con lápiz de color para realizar estudios de la naturaleza a partir de investigaciones propias y por su relación con organizaciones de conservación.—