¿El SNTE con Antonio Meade?
El corporativismo sindical, intrínsecamente antidemocrático, aún constituye uno de los principales soportes del sistema político mexicano. Se trata de un componente que siempre ha funcionado como instrumento de control político sobre la clase trabajadora, para beneficio de las cúpulas dirigentes y de la clase patronal a la que sirven con denuedo. Con la llamada alternancia, inaugurada en el año 2000 con el frustrante gobierno de Vicente Fox, el corporativismo sindical, lejos de ser desmantelado como condición para la transformación democrática del país en realidad experimentó una especie de reciclamiento estructural a fin de servir con efectividad a los intereses políticos perniciosos del nuevo gobierno y al que le siguió con Felipe Calderón a la cabeza.
Las consideraciones anteriores vienen al caso con motivo del apoyo político que el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y consejero del Partido Nueva Alianza (Panal), Juan Díaz de la Torre, le ofreció en días pasados al abanderado presidencial de la coalición “Todos por México” José ————— (*) Profesor-investigador titular “C” de T. C. Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 31-A, de Mérida, Yucatán Antonio Meade Kuribreña.
Como se difundió con amplitud, el 18 de marzo la cúpula del SNTE y los candidatos del Panal tuvieron un encuentro con dicho aspirante, acto en el cual el máximo jerarca magisterial le expresó sin ambages: “Hoy le reiteramos el respaldo total de nuestra militancia, de nuestros aliados, mujeres, jóvenes, indígenas, empresarios y, por supuesto, de manera especial y destacada de los trabajadores de la educación de todo el país”. Incluso le ofreció a Meade que desplegaría a 150 mil activistas del SNTE por toda la geografía nacional, a fin de promover el voto a su favor (“El Universal”, 20 de marzo).
Pero ¿cómo va a ser? ¿El SNTE con Meade? ¿Cuándo los serviles y corruptos dirigentes de esta organización tuvieron la delicadeza de consultar al millón y medio de sus miembros para preguntarles si estarían de acuerdo en apoyar al candidato del PRI-Gobierno? Que sepamos, jamás se pidió la opinión de la base sindical para adoptar una postura política de tamaña envergadura. En su actitud obsequiosa y cortesana hacia el candidato tricolor, Díaz de la Torre violenta sin decoro algunos principios que establecen los propios estatutos del SNTE, en cuyo artículo 117 se señala que la acción unitaria en defensa de los intereses de los trabajadores de la educación debe darse “en el marco de la pluralidad política que se expresa en el sindicato”, el cual debe siempre “velar por el respeto a la libre filiación política y la libertad de sufragio de los trabajadores de la educación”.
Por lo anterior, resulta absolutamente ilegal, arbitrario y cuestionable que el jerarca sindical pretenda suplantar la voluntad de la base laboral y ofrezca con gran desparpajo el apoyo de toda la organización al señor Meade Kuribreña.
Si los dirigentes del SNTE tuvieran una mínima dosis de cultura democrática y quisieran alentar la participación libre y plural de sus agremiados en la trascendental coyuntura político-electoral que estamos viviendo, podrían impulsar la realización de foros y encuentros con todos los aspirantes presidenciales para analizar críticamente la situación educativa del país y escuchar las propuestas que aquéllos tienen en torno a este rubro fundamental del desarrollo nacional. Esta práctica democrática también podría replicarse de manera fecunda en todos los estados de la república.
Pero lo anterior son tan sólo sueños guajiros, porque a los dirigentes de la principal organización sindical del magisterio sólo los mueven sus intereses personales y de grupo; pretender que abran espacios democráticos para un debate intenso sobre la educación con todos los actores políticos de primera línea es como pedirle peras al olmo o pretender sacar agua de las piedras; así de lamentables son su actitud y su práctica política.
Por fortuna, en el inmenso conglomerado de los trabajadores de la educación, que sin duda ejercen una importante influencia social en los municipios y comunidades de todo el país, existen diversas expresiones organizativas y político-ideológicas que resistirán a las presiones corporativas y a la línea que unilateralmente ha adoptado la cúpula dirigente del SNTE por voz de Juan Díaz de la Torre, nada menos que su secretario general.
En conclusión, los trabajadores de la educación no pueden aceptar que en su nombre y representación se ofrezca un respaldo corporativo al candidato del PRI-Gobierno; por el contrario, confiamos en que, frente a los históricos escenarios que vive México y en los que se juega un futuro diferente para nuestra nación, los trabajadores del sector educativo sabrán ejercer sus derechos libremente, conduciéndose con altura de miras y con plena conciencia de su gran responsabilidad política ante las nuevas generaciones de mexicanos. Al tiempo.— Mérida, Yucatán.