Trágico final del político Meixueiro
Profundamente doloroso resultó el drama vivido en la Cámara de Diputados aquel miércoles 18 de agosto de 1943, cuando el licenciado Jorge Meixueiro Hernández, tras denunciar el fraude electoral de que resultó víctima, se colocó un revólver en la boca y jaló el gatillo.
El abogado oaxaqueño, de 36 años de edad, hondamente desilusionado por su defraudada campaña electoral, protestó asesinándose, todo porque no fue aprobada su candidatura a diputado por Oaxaca. Todo ocurrió en el viejo recinto legislativo de Allende y Donceles. Su vencedor, el general Leopoldo Gatica Neri, había comentado en los pasillos, poco antes de la tragedia, que reconocía su derrota, pues sólo se había concretado a arrojar algunas boletas en el distrito de Meixueiro, durante la gira política, pero que ante las circunstancias, sólo pedía a sus amigos que lo apoyaran. La detonación mortal resonó siniestramente en el inmueble y superó las tragedias que en algunas ocasiones lo habían convertido en campo de batalla, donde se dirimieron viejas querellas y reyertas de política.
El suicidio se registró ese año, precisamente el miércoles 18 de agosto, cuando el licenciado Meixueiro no pudo aceptar lo que consideró como una trampa. A propósito del lamentable suicidio en plena Cámara de Diputados, se recordó entonces que el destino inconmovible y frecuentemente cruel había azotado sin piedad a la familia de Jorge Meixueiro Hernández, ya extinto. Guillermo Meixueiro fue el padre de Manuel, Ernesto y Jorge. Fue prestigiado abogado oaxaqueño, quien se puso al frente de un ejército de campesinos que se levantaron en armas contra Venustiano Carranza. Después de varios meses de combatir contra el régimen del presidente Carranza, convencido de que era imposible continuar la lucha, Guillermo Meixueiro se rindió y fue amnistiado, pero como estaba herido de un balazo, llegó para curarse en el Distrito Federal y falleció en un sanatorio por la gravedad de sus lesiones. Posteriormente, en una trifulca de cantina, Luis Meixueiro, sobrino del licenciado, resultó muerto por un capitán, cuando ninguna intervención tuvo en la riña que aquel militar había provocado con otros bebedores que se encontraban en el ya desaparecido Salón París, de triste memoria. Más tarde, otro Meixueiro murió en Europa en un accidente, lejos de su familia, sin que pudiera tener el último consuelo de los suyos junto al lecho mortuorio.