En crisis la belleza alfarera y el bordado
Las manos mágicas de chiapanecas han rescatado el trabajo artesanal, pero requieren de mayores apoyos
Amatenango del Valle está ubicado en la zona Norte de Chiapas, ahí las mujeres son quienes han preservado el trabajo artesanal, especialmente en la alfarería y el bordado, manteniendo vivo el legado ancestral, transmitiendo sus conocimientos y habilidades de madres a hijas.
Esta tradición no es exenta a desafíos y la falta de cooperación entre las alfareras ha llevado a la individualización en la producción, lo que ha resultado negativo por los precios bajos de cada pieza. A pesar de ello, las mujeres trabajan con dedicación y pasión, preservando una parte invaluable de la cultura chiapaneca.
Son un total de 8 mil 728 habitantes, 4 mil 545 mujeres y 4 mil 183 hombres. Este pueblo se ubica a 32 km de San Cristóbal de las Casas, es reconocido por su tradición artesanal, creando comales, cántaros, ollas y otros enseres domésticos, que antes solo eran utilizados localmente.
Las actividades de las mujeres van más allá de la alfarería y aunque ha sido la principal fuente de ingresos, también participan en la siembra por temporadas específicas, lo que les ha permitido adaptarse equilibrar la tradición y modernidad.
El bordado de textiles ha sido otra actividad que ha cobrado relevancia en Amatenango. Las nuevas generaciones han iniciado una transición a este tipo de trabajos agregando valor a sus creaciones.
Estas artesanías suelen ser consideradas de baja calidad por su procedencia indígena, percepción negativa que ha generado desafíos adicionales a las artesanas que luchan por ser reconocidas por su trabajo y contribución cultural.
Ana Patricia Gómez López es una de ellas, se dedica al bordado, aunque cita que su familia por años se ha dedicado a la alfarería, ella se inclinó a la costura.
"Es que con el barro puedes ensuciarte, te manchas, es bonito, pero me gusta más bordar", menciona e indica que aprendió desde los 11 años, ya que su madre fue la brecha para ella y el resto de sus hijas se dedicarán a este arte, por lo que algunas de sus piezas son vendidas en San Cristóbal de las Casas y en Chiapa de Corzo.
Las artesanías de Amatenango del Valle son expresión de la historia, cultura e identidad, creadas con amor y dedicación.
El bordado es considerado uno de los mejores, ya que cuando iniciaron no existían máquinas de coser, por lo que se acostumbraron al bordado a mano, caracterizado por la complejidad de sus puntadas y los detalles que son colocados en cada una de sus prendas de ropa.
SU TRABAJO
representa un legado invaluable que debe ser valorado y preservado para las futuras generaciones