Consuman vitaminas y proteínas, pues están involucradas en los procesos del sistema inmune y ayudan a su correcto funcionamiento.
Incluyan alimentos como pollo, pavo, mariscos, lentejas, nueces y semillas para obtener la proteína; en cuanto a las vitaminas, opten por la A y la E: se encuentran en zanahorias, huevos, espinacas, camotes, cereales fortificados y aceites vegetales.