14
AÑOS
E lmural titulado Fundación de El Fuerte, que relata la impresionante historia de la conquista española sobre los pueblos originarios que habitaban lo que hoy es este municipio, ha sido restaurado por su autor, el maestro Manuel Ayala.
La obra muralística que tiene 14 años de haber sido creada lleva tres intervenciones. Al cumplir cinco años se le dio limpieza de heces de golondrinas y murciélagos, después de 6 años se le dio limpieza y retoque y, recientemente, después de una semana de trabajos acaba de concluir su restauración, para el disfrute de los visitantes y turistas extranjeros que arriban al Pueblo Mágico.
µ El proyecto
Fue una iniciativa del Seminario de Cultura Mexicana corresponsalía El Fuerte, dicho proyecto se presentó el 2001 y fue cristalizado el año 2003 con el apoyo del alcalde José Luis Vázquez Borbolla, y el tema fue la fundación de El Fuerte, bajo la supervisión del INAH, para que no se dañara el edificio. La obra comenzó el 24 junio 2003 y se inauguró después de un año el 24 de junio del 2004. Para su realización el artista plástico, originario de Boca de Arroyo, El Fuerte, escribió un guion del análisis de su investigación sobre la fundación de El Fuerte.
Hizo el primer panel con un marco metálico, con madera curada y tela cubierta con aceite de linaza, y la imprematura al fondo blanco, luego se dibujó y pintó sobre los paneles la gran historia.
µ Simbolismo
La obra tiene muchos simbolismos, es el caso de la pitahaya que tiene 180 frutos que representan el mismo número de años desde que fue instalado el Primer Congreso del Constituyente del Estado de Occidente, cuando El Fuerte fue su capital, así como la pintura del álamo que tiene 440 hojas que representan los años de la fundación de El Fuerte que este cumplía al momento de ser pintado dicho mural.
µ Dato curioso
Cuenta el pintor que mientras plasmaba el escenario de la batalla de indígenas contra españoles, un líder yoreme que contemplaba la obra le dijo que a él no le gustaba esa imagen del indígena que corre asustado, porque ellos no eran cobardes, ni tampoco le gustaba ver a su raza indígena tirada y ensangrentada.
Esto obligó al pintor a cambiar la escena, pero a los 3 años la figura del indígena que el pintor cambió se decoloró, como dato curioso, no la ha querido retocar porque los guías turísticos dan esa explicación.