El Debate de Culiacán

¿Nos escucha Dios?

- José Martínez Colín Presbítero

Para saber. En ocasiones podemos pensar que Dios no escucha nuestra oración o que si Dios ya sabe lo que pasará entonces no tiene sentido orar. Pero sería un error, pues el mismo Jesús nos da ejemplo de orar y nos invitar a hacerlo:

“Pedid y se os dará”. Para recibir, nos pide orar. Incluso nos invita a pedir al enseñarnos el Padre Nuestro. El Papa Francisco asegura que “ninguna oración quedará sin ser escuchada”. ¿Y por qué parece no obtener ningún resultado? Una persona decía que Dios siempre responde, y lo hace de tres maneras: La primera, cuando nos concede lo pedido. La segunda, nos dice: “Espera un poco”. Y la tercera, nos dice: “Te tengo algo mejor”. Siempre salimos ganando. La oración siempre cambia la realidad: Si las cosas no cambian, al menos cambiamos nosotros, cambia nuestro corazón.

Para pensar. Orar es hablar con Dios y todos los santos han sido almas de oración y podemos aprender de ellos. Santa Teresita del Niño Jesús escribía sobre la oración: “Para mí la oración es un arranque del corazón, una simple mirada dirigida al cielo; es un grito de agradecimi­ento y de amor lo mismo en medio de la tribulació­n que en el seno de la alegría. En fin, es algo elevado y sobrenatur­al que dilata el alma y la une a Dios. Algunas veces, cuando se halla sumido mi espíritu en tan gran sequedad que es incapaz de producir un solo pensamient­o bueno, rezo muy despacio un Padre Nuestro o un Avemaría”. Para vivir. Jesús llevaba una vida de oración y ahora en el Cielo sigue orando por nosotros. Es un gran consuelo saber que reza por cada uno de nosotros. Al final de la oración, al final de la vida, nos encontrare­mos que hay un Padre que nos espera a todos con los brazos abiertos de par en par.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico