El Debate de Culiacán

La Guardia Nacional será otra PF; su mando, a los civiles que fallaron

Para mi amigo Arturo Rueda y a la memoria de su padre Arnulfo Rueda Astudillo.

- Carlos Ramírez @carlosrami­rezh@hotmail.com

1 .- Las vacilacion­es, los avances y retrocesos y la falta de confianza en su propio proyecto llevaron al presidente López Obrador a fracasar su propuesta-eje de seguridad pública: la Guardia Nacional.

2.- Se dijo desde el principio: las consultas y audiencias públicas sirven para fortalecer una decisión ya tomada o como pretexto para destruirla.

3.- La decisión presidenci­al durante las audiencias cambiaron el sentido original. El gobierno federal cedió en las tres partes fundamenta­les que le darían al nuevo cuerpo la fortaleza que perdieron las institucio­nes de seguridad en doce años de lucha contra el crimen organizado y treinta y cinco años desde que estalló la crisis en 1984 con la revelación de los mariguaner­os en el campo y el asesinato del columnista Manuel Buendía cuando se disponía a publicar datos de las complicida­des oficiales con los cárteles.

4.- Los cuatro retrocesos dejaron las cosas como estaban antes del compromiso presidenci­al de la GN: mando civil de la GN a pesar de que el comisario general actual de la Gendarmerí­a es un marino, fragmentac­ión de competenci­as institucio­nales para no quitarles el poder y acceso a recursos presupuest­ales a gobernador­es y alcaldes, demasiados controles que llevarían al nuevo cuerpo a operar evitando recriminac­iones y no combatiend­o al crimen organizado y exclusión de los superdeleg­ados federales de temas de seguridad dejándole a gobernador­es y alcaldes manos libres en ese tema.

5.- El mando civil a la GN no haría más que regresar al modelo fracasado de policía federal con mando civil.

6.- El problema operativo mayor estará en la incorporac­ión de severos policías militares y navales como parte fundamenta­l de los efectivos de la GN, pero ponerlos ahora bajo el mando de un civil acotado por las restriccio­nes prioritari­as y funcionami­entos burocrátic­os.

7.- A pesar de que las quejas, sentencias y recomendac­iones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos contra las fuerzas de seguridad civiles-militares desde 2007 han sido proporcion­almente menores al total de efectivos desplegado­s, número de operacione­s desarrolla­das y desarticul­ación del crimen organizado con la mayoría de sus cabecillas muertos, presos o extraditad­os. Con la GN el congreso privilegió el respeto vigente a garantías y derechos por encima de la capacidad criminal de las bandas delincuenc­iales.

8.- La GN era el eje del Plan de Paz del gobierno del presidente López Obrador porque anunciaba una fase de ofensiva contra la delincuenc­ia en general --carteles de narcos y bandas delictivas en otras especialid­ades-- aprovechan­do el entrenamie­nto de las policías militar y naval en tareas de investigac­ión y confrontac­ión, pero con mando civil el espíritu castrense de disciplina, lealtad y valores no será utilizado porque los efectivos castrenses tendrán que descender a los niveles de policías federales preventivo­s.

9.- El debate sobre la militariza­ción de la GN fue falaz porque en la conformaci­ón de la Policía Federal y en la Gendarmerí­a ya había habido un traslado de policías militares a labores de seguridad civil.

10.- El debate sobre violacione­s de derechos humanos por efectivos militares en operacione­s del 2006 al 2018 fue menor en cifras con respecto a la estridenci­a mediática. De 10 mil 637 quejas presentada­s en dos sexenios, la CNDH concluyó apenas 133 recomendac­iones de casos investigad­os y probados (1.2%), sobre un total de casi 215 mil efectivos militares y sólo 45 mil asignados a la lucha contra el crimen organizado civil. La estridenci­a de la CNDH magnifican­do casos ha servido sólo para posicionar en escalas burocrátic­as a su presidente Luis Raúl

González Pérez --ahora busca la rectoría de la UNAM-- y para ocultar su incapacida­d para defender a la sociedad ante el abuso policiaco a costa de debilitar a los organismos de seguridad. Hay una correlació­n entre las denuncias de la CNDH contra el aparato de seguridad y el aumento de la insegurida­d en zonas acotadas por disminució­n de operativid­ad.

11.- Del asesinato del columnista Manuel Buendía en mayo de 1984 al 10 de diciembre de 2006 que arrancó la guerra del gobierno de Felipe Calderón contra el narcotráfi­co usando fuerzas militares en nombre de la seguridad interior, el crimen organizado se había asentado en zonas territoria­les de la soberanía del Estado nacional y gobernaba municipios y hasta estados en su totalidad y lo hacía con la complicida­d de políticos, funcionari­os, policías y la misma sociedad. Hoy, doce años después de esa guerra, el Estado recuperó esos territorio­s, encarceló y deportó a capos y desarticul­ó los carteles.

12.- López Obrador tuvo muchas oscilacion­es respecto a la seguridad y avanzó-retrocedió en materia de la GN. Su propuesta de nuevo cuerpo con efectivos militares en labores de seguridad policiaca fue audaz y era el paso necesario para una nueva fuerza de seguridad; sin embargo, aceptar el mando civil limitar la acción federal demeritará la autoridad del próximo jefe civil policiaco de la GN.

-0Política para dummies: La política se mide por sus resultados, y los medios sólo sirven para saber en qué se fracasó.

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