Las joyas artísticas del siglo 20
Durante los últimos dos años, la Dirección de Difusión y Fomento a la Cultura (DDYFC) ha intervenido parte de sus obras
Los trazos de Saturnino Herrán, que fueron plasmados en sus alegorías hace 109 años, reciben a la comunidad del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Sus capas de colores son las huellas de los años, técnicas y evolución del legado artístico que resguarda el Politécnico y con el que comenzó la historia del acervo patrimonial de Zacatenco. Día a día los estudiantes que entran a la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología (BNCT) “Ing. Víctor Bravo Ahuja” pueden apreciar el esplendor de los murales Alegoría del trabajo y Alegoría de la construcción, los cuales fueron recién restaurados junto con otras 134 piezas de casi mil 200 con las que cuenta la institución académica. Durante los últimos dos años la Dirección de Difusión y Fomento a la Cultura (DDYFC), ubicada en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet, ha intervenido parte de sus obras que, por factores como el clima, contaminantes, la suciedad e incluso los sismos del 19 de septiembre de 2017, produjeron daños significativos a esculturas y óleos de la institución. Sobre estas acciones comentó a El Universal Octavio Fernández Barrios, encargado de la División de Difusión de la DDYFC del IPN: “nunca en la historia del Instituto hubo un periodo donde se cuidara y protegiera el acervo artístico, ha sido un esfuerzo fuerte”. Cada pieza pasó por un proceso individualizado con una técnica y limpieza precisas. Fue el caso de los murales del artista mexicano Saturnino Herrán, obras que realizó en 1910 ex profeso para el Instituto Politécnico Nacional y que actualmente pueden ser admiradas en el vestíbulo principal de la BNCT Ing. Víctor Bravo Ahuja. Para
Fernández Barrios se tratan de unos murales extraordinarios porque abren la puerta al arte mexicano del siglo pasado: “el muralismo es el antecedente de todo lo que sería el arte mexicano del siglo 20, tanto por la disciplina, como por la temática, la dignificación, la importancia que se le da al tema, que son obras propiamente de escenas costumbristas, pero tratadas con una dignidad y trascendencia impresionante. El dibujo de Saturnino es casi como el de un renacentista italiano”.
µ Historia
A partir de aquí inicia un recorrido artístico, donde la historia y la actualidad se unen en un solo espacio, esculturas, murales, gráfica sobre papel y óleos conviven con los estudiantes del Politécnico. Parte del corazón del instituto es su Corredor Escultórico que, desde el 2006, se compone de 16 obras ubicadas a lo largo del andador de la Unidad Profesional “Adolfo López Mateos”, que conecta al Centro Cultural Jaime Torres Bodet, y son las custodias del camino de miles de estudiantes y que hoy en día lucen con un nuevo brillo, casi tal cual como sus creadores las realizaron.
µ Obras
Las piezas de Graciela Ferreiro, Germán Venegas, Vicente Rojo, Elizabeth Catlett y de Manuel Felguérez, entre otras, también fueron parte de esta renovación que, por estar exhibidas al exterior, sufrieron los daños ambientales, como oxidación y suciedad. Todas las obras fueron restauradas in situ, sin embargo, algunas como la de Helen Escobedo El espíritu de los árboles tuvieron que ser retiradas, los cilindros concéntricos que componen cada uno de los 30 elementos de la pieza, fueron intervenidos en un taller, para al final, regresar a su lugar de origen en la institución académica. Se trata de obras que cuentan los años del Politécnico Nacional, y que fueron hechas para estar dentro del instituto, sin embargo, Octavio Fernández comenta que son susceptibles a ser reubicadas, dependiendo de las curadurías y futuras exhibiciones. Otras de las piezas que pasaron recientemente por un proceso de restauración fueron La alegoría de la ciencia y la comunicación en la Tierra y Humanidad hacia la luz, de Jorge González Camarena; 28 obras gráficas de Raúl Anguiano; Danzante, de Germán Venegas; Pájaro, de ≋yoto Otta; Columna vislumbrada, de Ricardo Regazzoni; Mujer, de Alfredo Salce; La juventud, de Francisco Zúñiga; Más vale encender una llama que maldecir en las tinieblas. (Buda), de Sofía Bassi y Zapata, de Arnold Belkin. Acervo a futuro. A pesar de que ya se cuenta con un gran acervo artístico, se espera que en los próximos años se realicen murales, obra escultórica de gran formato y monumental, así como estampa comisionados para que dialoguen con los espacios dentro del instituto y la demás obra de la colección.