Doble discurso de Morena sobre matrimonio igualitario
Información directa de la burbuja amloísta descarta, por entero, que los seis diputados que votaron en contra del matrimonio igualitario en Sinaloa corran el riesgo de ser expulsados de Morena. La razón: de ninguna manera perderán la mayoría que actualmente ostenta este partido. La expulsión implicaría quedarse con 17 de los 23 diputados que hoy integran la bancada morenista.
Recordemos que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido cauteloso en sus acciones concretas para dotar a las personas homosexuales de los derechos que históricamente les han sido negados.
Apenas el 18 de mayo, por ejemplo, encabezó una ceremonia para declarar esa fecha como Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, la Lesbofobia, la Transfobia y la Bifobia.
Muy lucidor al oído, pero las palabras se las lleva el viento. En el marco de esa misma ceremonia, le preguntaron a AMLO si impulsaría una ley federal de matrimonio igualitario, y respondió que no, «porque ya hay un marco legal que garantiza ese derecho».
Se refería a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que declaró inconstitucional prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Como se vio el martes en el Congreso del Estado, la resolución de la SCJN no es suficiente. Queda esperar, eso sí, que nuevos amparos logren que la Corte mandate al parlamento sinaloense reformar el Código Familiar para eliminar el precepto discriminatorio contra el matrimonio gay.
AMLO EL PURITANO. En cuanto a López Obrador, desde su campaña ha jugado políticamente con los grupos más conservadores de la sociedad (la ultraderecha, incluso), en un toma y daca que lo ha beneficiado.
Acaba de ocurrir en las elección de hace 18 días. El partido evangélico PES, aun sin registro, llevó a cabo tareas de proselitismo en favor de Morena en los seis estados donde hubo votaciones.
No solo eso: en la elección en Baja California, Morena encabezó una alianza con el PT, el PVEM y un nuevo instituto político: el partido estatal Transformemos, que no es otro que el PES de Baja California (PESBC) con un nuevo nombre, autodeclarado «de derecha y centro derecha, cuya ideología está relacionada a los valores, la familia y las causas sociales». Su registro fue aprobado en junio del año pasado.
Por lo demás, el conservadurismo de AMLO está a la vista con episodios como el homenaje en Bellas Artes al líder de la Iglesia evangélica La Luz del Mundo, Naasón
Joaquín Garcia, quien en menos de tres semanas después fue arrestado en Estados Unidos por catorce cargos relacionados con la pedofilia y la trata de personas. Por otra parte, en el «acto por la dignidad» que encabezó AMLO en Tijuana el día 8, participaron Arturo Farela, pastor evangelista, y Alejandro Solalinde, sacerdote católico. La línea de separación Iglesia-estado se ha diluido como nunca en el primer medio año de Gobierno amloísta.
LOS MÁS BUSCADOS. El joven Óscar Lara Esquer, miembro del Movimiento Profamilia (nuevo nombre de Provida) es acusado de realizar actos vandálicos en el Congreso durante la sesión del martes: presuntamente rompió uno de los grandes cristales del Palacio
Legislativo cuando se le negó la entrada por falta de cupo.
Por su lado, ayer seguía sin dar la cara la diputada del
PES ≋arla Montero Alatorre, quien el sábado presumía de ser la primera legisladora abiertamente gay al encabezar la Marcha de la Diversidad, y el martes faltó a la sesión en la que se votó el matrimonio igualitario. Obviamente, hoy es blanco de una especie de linchamiento «feisbukero», aunque la incongruencia de la diputada no sorprende: su costumbre de traer dos pares de lentes refleja su doble moral y, en consecuencia, su doble discurso.