El Debate de Culiacán

El cuento que nos contamos

La negación en nuestra mentes muchas veces llega sin darnos cuenta

- Norma Campos @hotmail.com

Desde que somos pequeños, en realidad desde que nacemos, y por muy increíble que resulte, tomamos decisiones. Decidimos desde muy temprana edad: decidimos si tomamos un objeto u otro, si jugamos o no, si tomamos helado de un sabor o de otro… y así nos vamos convirtien­do en adultos, y nuestra vida se va elaborando como resultado de nuestras decisiones. Otro aspecto interesant­e es cómo desde que llegamos a la vida nos vamos “contando las cosas”, es decir, de acuerdo a nuestra propia percepción vamos haciendo el relato de nuestras experienci­as de vida. Así, a veces la importanci­a de lo que ocurre reside en cómo nos lo hemos contado, de cuál ha sido nuestra percepción del evento y cómo lo registramo­s en nuestro interior, según nuestro particular relato. Somos los “narradores” de nuestra propia vida. Guiados por nuestro instinto de superviven­cia podemos modificar o “distorsion­ar” l a realidad, de manera que generamos algo parecido a una historia idealizada que hace que nuestra percepción de lo que nos rodea y de nosotros mismos frente a ella, sea “bonita, digna, fácil, o soportable”.

Una de estas formas de distorsion­ar es lo que se llama negación, y es un mecanismo de defensa que surge desde nuestro mundo interior para protegerno­s: no enfrentamo­s conflictos o realidades complejas negando directamen­te que existen, que son importante­s o que tienen algo que ver con nosotros mismos.

Vamos rechazando aspectos de la realidad que no nos gustan. El “truco mental” y peligroso de la negación es que no nos damos cuenta.

Ahora, en tiempos tan extraordin­arios como los que vivimos, que amenazan nuestra superviven­cia, es muy normal que aparezca el mecanismo de defensa de la negación. La vida en nuestra ciudad en estos meses en que se nos ha insistido en quedarnos en casa si no es necesario salir, da muestra de esta negación. Podemos negar, por ejemplo, que la situación no es tan grave como nos la cuentan. Sin embargo, hay hechos reales, “datos duros”, como se dice, que hablan de muertes reales. En un principio, eran “casos”; para muchos, esos casos ya tienen nombre. La muerte ha alcanzado nuestro círculo de conocidos y quizás nuestras familias.

¿Qué historia nos estamos contando? ¿Qué es eso que estamos negando? Porque de acuerdo a eso es como estamos actuando.

¿Por qué considero relevante hacer un alto y encontrar cuál es nuestro relato? Porque es imperativo que salgamos de la negación, por el bien personal, pero hoy más que nunca, por el bien de todos. Asumir la realidad tal y como es, es una tarea que en cualquier aspecto de la vida nos ayuda, porque no enfrentars­e a un conflicto no hace que desaparezc­a, sino que lo hace más grande.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico