El T-MEC es un gran reto para nuestro país
La senadora por el Partido Acción Nacional afirma que el Gobierno mexicano deberá ajustarse a las exigencias del nuevo acuerdo y dar marcha atrás en algunas decisiones
GINA ANDREA CRUZ BLACKLEDGE PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE RELACIONES EXTERIORES AMÉRICA DEL NORTE EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA
El inicio de este acuerdo es muy bueno para el país, aunque dependerá mucho de las decisiones que se tomen desde el Gobierno federal”
Gina Cruz
Blackledge
Senadora de la República
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), acuerdo de libre comercio entre estos tres países que entró en vigor el 1 de julio para remplazar al TLCAN, representa no solo una oportunidad para mejorar en materia económica y de comercio, sino además un gran reto para el Gobierno federal, que debe mejorar las condiciones laborales, sindicales, tecnológicas, de transparencia y medioambientales, aseguró Gina Andrea Cruz Blackledge, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte en el Senado de la República. Mediante una videoentrevista para EL DEBATE, la legisladora originaria de Mexicali admitió que con este nuevo tratado comercial se espera una mejora en las condiciones de certidumbre y confianza para inversores extranjeros que en los últimos meses se han retirado debido a decisiones del actual Gobierno; sin embargo, advierte que muchas cosas se tendrán que ajustar al nuevo acuerdo, y seguramente se tendrán que hacer las cosas distintas para cumplir con los nuevos protocolos. Gina Cruz Blackledge recordó que el actual Gobierno ha tomado decisiones que han complicado la credibilidad de México ante otras naciones, y en ello fue decisiva la cancelación de obras como el aeropuerto de Texcoco; la de una planta cervecera a la empresa Constellation Brands en Mexicali, en donde se habían invertido 700 millones de dólares; y la de otros proyectos relacionados con la generación de energía limpias en el norte y el sureste del país, o de gasoductos a empresas canadienses que han terminado en tribunales internacionales. «Es importante para nuestro país, para dar certidumbre en materia de inversión, en materia económica, porque de alguna forma obliga a México a realizar reformas, pero también, por otro lado, a dar marcha atrás a decisiones en materia de medio ambiente, como, por ejemplo, de energías renovables, que ha dicho el presidente que no va a permitir que se invierta, pero el tratado obliga a la apertura».
u Las expectativas
La senadora reconoció que este tratado no fue diseñado para atender la crisis que estamos viviendo por la pandemia, que está afectando en salud, cuestión económica y en seguridad; sin embargo, afirma que la renegociación y su entrada en vigor ha generado muchos cambios en materia legislativa, y darán más certeza para la inversión extranjera: «Pero México tiene que hacer su parte. No podemos hablar del éxito de un tratado cuando los empresarios, cuando la pequeña y mediana empresa no está recibiendo en estos momentos el apoyo del Gobierno, no hay una estrategia en ello». Recordó incluso que el programa anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su momento, para hacerle frente a la pandemia por COVID-19, es un apoyo a los pequeños empresarios, pero solo a lo que ellos tenían registrados desde el año pasado en su padrón elaborado por los servidores de la nación, pero que no tiene nada que ver con la crisis que se ha generado: «Creemos que mientras no haya un apoyo directo a las
micro, pequeñas y medianas empresas, obviamente el tema económico permeará, y no habrá tratado comercial que salve a este sector productivo si no hay un apoyo verdadero».
Insistió en que se tendrá que hacer un trabajo extraordinario, y el Gobierno federal se debe comprometer a que no solo sea la foto, que no sea solo cambiar y aprobar ciertas leyes, como se hizo el pasado lunes, sino implementarlas: «Ese es el gran reto para cumplir con las expectativas de los socios comerciales».
Hay que generar las condiciones
Cruz Blackledge consideró que, si las condiciones no están dadas para cumplir los requerimientos que plantea el T-MEC, estas se tienen que generar: «Aquí se tiene que hacer un trabajo extraordinario por parte del Gobierno federal para que se den estas condiciones y finalmente tener la posibilidad de cumplir con las expectativas que se tienen». Destacó el trabajo que el sector empresarial hizo en las negociaciones con el Cuarto de Junto, aportando su experiencia, a pesar de que ya en el protocolo modificatorio surgieran muchas inconformidades porque no fueron tomados en cuenta.
La legisladora insistió en que esta es una gran oportunidad para que el Gobierno federal asuma el compromiso y cumpla en todos los sentidos con el nuevo tratado: «Es un gran reto. No es cosa fácil. Obviamente, dentro de nuestras responsabilidades estaremos dando seguimiento a la implementación».
Recordó que se esperan beneficios para todos los sectores exportadores, sobre todo el industrial maquilador y el generador de productos. No obstante, dijo esperar que «los beneficiados fuéramos todos los mexicanos y que se pueda lograr la competitividad a la que aspiramos, que finalmente estemos en la posición y posibilidad de trabajar a partir de este tratado, estar a la altura en todos los sentidos, porque hay un compromiso presupuestal importante y se debe reflejar para el próximo año».
Gina Cruz recordó que la entrada en vigor del T-MEC debería generar certidumbre porque obliga a cumplir ciertas reglas en todas las materias: comercial, de importación, de medio ambiente y demás; sin embargo, admite que no es una condición suficiente para detonar el crecimiento y el desarrollo nacional: «Se deben implementar políticas económicas de largo plazo que beneficien a las empresas, a las personas y sobre todo a los que menos tienen. El nuevo tratado obliga a México a cumplir con todas estas normas en materia laboral, salarial, ecológica, informática y de propiedad intelectual para poder igualar nuestra economía a la economía del mundo».
Sin embargo, consideró preocupante la imagen que ha dado México y la desconfianza generada por malas decisiones del Gobierno, como la cancelación de obras donde había inversión extranjera, y que han tenido que irse a tribunales internacionales, entre estas el aeropuerto de Texcoco o inversiones en energías renovables que hace poco el presidente dijo que ya no va a haber.
Desconfianza empresarial
«Obviamente, los inversionistas dicen: “Yo no voy a arriesgar mi dinero en un país en donde depende de cómo se despierte el presidente y se le ocurra cancelar inversiones que ya se están haciendo”», dijo Cruz Blackledge, quien ejemplificó con la cancelación de un proyecto millonario a la cervecera Constellation Brands en Mexicali y la cancelación de gasoductos a inversores canadienses.
Dijo esperar que con lo que el T-MEC significa por lo menos genere un ambiente de certidumbre, que López Obrador realmente vea cuál es la necesidad y el propósito del tratado y entienda que no puede estar cancelando solo de un plumazo inversiones que ya están.
En materia ambiental, un tema en el que ha sido duramente cuestionado el Gobierno de López Obrador, la senadora albiazul recordó que el Senado ya revisó el acuerdo en materia de cooperación ambiental entre los Gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, el cual favorece la cooperación ambiental y la convergencia política entre los tres países, enfatizando el desarrollo conjunto de leyes, regulaciones, procedimientos, políticas y prácticas ambientales. Añadió que en este tema se estableció una comisión para la cooperación ambiental integrada por funcionarios de los tres países, y el propósito es fortalecer proyectos y actividades en materia de medio ambiente a fin de desarrollar mejores prácticas compartidas.
Reconoció que muchas de las decisiones de AMLO van en sentido contrario de este acuerdo, y tendrán que modificarse, y entre estas citó el acuerdo por el que se emite la política de confiabilidad, seguridad, continuidad y calidad en el sistema eléctrico, que restringe la inversión en energía limpias, y que no va acorde al T-MEC.
También se refirió a la suspensión a largo plazo y cambios a la normatividad de certificados de energías limpias y el impulso a la producción petrolera, pues esto da la espalda a los acuerdos de países productores de petróleo, además de proyectos lesivos ambientalmente, como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.
«Quisiéramos que en la visita de AMLO a Estados Unidos estuvieran temas como el migratorio, el DACA y lo que está ocurriendo en las fronteras, pero no va a estar»