Entrenamiento
Ya estamos en verano y biológica y culturalmente hay demanda de descanso, paseos, lluvia, ropa ligera, fruta fresca de temporada, y, sobre todo, el poder disfrutar de nuevo la inigualable sensación de relajamiento estacional. Sabemos que habrá diferencias en este periodo porque la incertidumbre sanitaria, disminuida un poco, sigue vigente, pero aún así ya estamos casi listos para enfrentar lo que venga porque los últimos cien días han servido de entrenamiento para sobrevivir y conservar la actitud de avanzar y luchar por ser mejores. Lo que nos sucede siempre es la antesala de algo mejor, el secreto está en descubrir qué es y dónde se encuentra. Dado que no tenemos la certeza de lo futuro, siempre es recomendable indagar en lo actual y así prepararnos ante lo que viene con todas nuestras herramientas disponibles. Este verano puede ser una experiencia reveladora para reflexionar sobre los próximos seis meses y encontrar nuevos aprendizajes ante posibles adversidades. El ingenio humano es muy poderoso y se agudiza en situaciones como la actual, porque instintivamente sabemos que la cantidad cuenta pero la calidad gobierna. Mantenerse equilibrado hoy no es una sugerencia, es una necesidad a cubrir porque las emociones son caprichosas y caóticas cuando el temor las dirige. Vienen tiempos interesantes, como casi todos los anteriores, porque fuimos sacudidos de una inercia prolongada; ahora nos toca sostener el rumbo para que nuestro barco no se hunda. Es importante recordar que independientemente de lo que ocurra todos estamos en posibilidad de arrancar a la existencia sus mejores dones… no desmayar es la clave.