Tesoros amenazados
Mazatlán tiene una belleza natural incomparable en Sinaloa. Además de las espectaculares playas, las hermosísimas y simbólicas tres islas, contamos con ecosistemas estuarinos importantísimos, como el de Urías, el cual se complementa junto a los esteros de La Sirena y el Infiernillo —junto al canal de navegación— y conforman un sistema complejo y de gran valor natural.
Estos ecosistemas son casa —todavía— de una nutrida diversidad de flora y fauna. Existen varios tipos de plantas marinas, manglares, vegetación diversa y una importante variedad de aves —muchas de ellas migratorias—, así como peces, reptiles y mamíferos. Y enfatizamos “todavía”, porque se trata de una zona muy agredida.
Esto, a pesar de que de este sistema se producen importantes especies de valor comercial, como la jaiba, peces como la corvina, robalito, sardina y mojarras, entre otros. Además, ya sabemos que los sistemas lagunares son una especie de incubadora de variedades de camarón como el azul, blanco y café. Sin embargo, tanto particulares como hasta la misma autoridad se empeñan en agredir estos tesoros naturales. Ahora vecinos de la colonia Rafael Buelna están denunciando a la misma Junta de Agua, la Jumapam, de verter aguas negras al estero de Urías. Y lo dicen por la manguera del cárcamo que allí desemboca, por lo que ven, y pueden oler. Es lamentable que a las invasiones, rellenos, depósitos de basura y escombros, así como la deforestación progresiva y el azolvamiento de estos cuerpos de agua, un organismo del Gobierno esté sumándose a dañar este espacio, mismo que en cualquier país medianamente civilizado sería tratado con la importancia debida, pero no, nos tocó tenerlo en
Mazatlán.