Biden apuesta por mayores impuestos a empresas
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, presenta el proyecto ante el G20, con miras a limitar la evasión fiscal y extender sus efectos a nivel internacional
Washington/lo s Ángeles. El presidente Joe Biden ha lanzado una cruzada contra las grandes empresas a las que quiere aumentar el tipo impositivo del 21% al 28%, y que busca extender al ámbito internacional con su propuesta de un impuesto mínimo global de sociedades presentada esta semana al G20.
u Presentan iniciativa
Para eso, Yellen ya ha presentado una iniciativa al G20 (que aglutina a las principales economías avanzadas y en desarrollo) para establecer una tasa mínima global de sociedades del 21% y limitar las maniobras de evasión a través de paraísos fiscales. Biden pretende aplicar impuesto mínimo del 15% sobre los ingresos contables, los que reportan a los inversores, a diferencia de los ingresos que se reportan a las autoridades del país.
También fortalece la normativa para evitar las llamadas “inversiones fiscales”, mediante las cuales grandes empresas se fusionan en busca de radicar la sede en el país con un trato fiscal más favorable y canalizar hacia allí parte de los beneficios logrados en EE.UU. para reducir el pago de impuestos. La apuesta de Biden ha sorprendido por su ambición, particularmente con la renovada voluntad de liderazgo internacional de Washington.
u Cambio de 180 grados “Lo positivo también es el efecto de arrastre que esto pueda tener: la opción de armar un modelo fiscal en base a defender el valor económico real y no la competencia artificial y artificiosa por quien paga menos. Proteger antes el empleo que a los grandes inversores. Un cambio de 180 grados”, explicó a Efe Susana Ruiz, responsable de justicia fiscal de la ONG Oxfam.
Supone, además, revertir una de las principales herencias dejadas por su predecesor, Donald Trump (2017-2021), quien hizo de los agudos recortes de impuestos uno de sus ejes en política económica con una reducción de la tasa a las corporaciones del 35 % al 21 %. En opinión del profesor asociado de Economía de la Universidad de San Diego, Alan Gin, la decisión más efectiva sería colocar la tasa corporativa en el 28 %, pero lo “más probable que suceda” es un aumento al 25 %.