Guillermo Pulos, ejemplo para los anuncios de cine
Los pájaros nada saben de cambios de horario; se alebrestan al salir el sol y, antes de que se oculte, ya están acurrucados.
Gracias al amigo locutor y director del museo Pedro Infante de Guamúchil, José Antonio Valenzuela Meza, por esta historia. Guillermo “Memo” Pulos, de origen griego, llegó a la cabecera del municipio de Salvador Alvarado en la década de los sesenta. Era propietario del Cine Royal, cuyo edificio en ruinas existe por la calle Rosales, cerca de la estación del ferrocarril.
Ahí se proyectaban las películas de la época y, para anunciarlas, utilizaba un sistema fuera de lo común. Empleaba el sistema de perifoneo pero, además, las personificaba, ejemplo de hacer publicidad, que muchos políticos envidiarían, en este proceso de campañas.
Anunciaba, por ejemplo, El lobo Solitario, filmada en 1952 con Dagoberto Rodríguez y Flor
Silvestre, donde un hacendado oculta su personalidad bajo una máscara; ahí utilizó a Francisco García como el personaje, a quien disfrazó de lobo, y lo montó a caballo al momento que anunciaba y recorría las calles de Guamúchil. En otra ocasión, fue La rebelión de los colgados, que se rodó en 1954 con Pedro Armendáriz y Carlos López Moctezuma, cuya trama revelaba la vida de los indígenas en Chiapas. Para ello, Memo montó en una camioneta con varios árboles a Francisco García, quien iba colgado de un árbol con una soga, era tan real la personificación que no murió de ahorcado, sino que acabó muerto de calor y sed… ¡Qué golpe tan duro!