LA GLORIETA
Mal ahorro. En su tiempo el alcalde, Jesús Estrada Ferreiro se dio cuenta de que los uniformes de los policías municipales eran de mala calidad, y no hizo nada. Con tal de ahorrarse unos pesos, prefirió comprar botas corrientes sin importar que con las mismas los agentes no puedan correr, los cascos de motociclistas tampoco los protegen de riesgos en caso de caerse porque son de los que usan los niños cuando les compran su primera bicicleta. Pese a esto, ahora que está en campaña, posteó que está a favor de los policías, cuando solo les incrementó el sueldo un 1.7 por ciento, no peleó por recursos federales para su equipamiento y les quita el 30 por ciento de su finiquito. Si eso es apoyo, ¿qué sería si no los apoyara? Aquí vale el dicho de que: “con ese amigo, ¿para qué quieres enemigos?”. Entre los policías, al igual que los trabajadores sindicalizados, hay descontento con el alcalde con licencia, quien, por cierto, cuando acompaña al candidato a gobernador por la coalición Morena-pas, Rubén Rocha Moya, se dedica a despotricar contra los diversos grupos y dice una y otra vez que el Ayuntamiento será dependiente del gobernador, lo que no favorece para nada al exsenador con licencia.
Abuso del Ayuntamiento. Como si no fuera suficiente con haberlos obligado a permanecer cerrados durante más de medio año el año pasado y, tras la reapertura, volver a obligarlos a que cerraran 15 días, el Ayuntamiento de Culiacán cobra 10 pesos más a los comerciantes de los tianguis para cubrir el gasto de los filtros sanitarios. En este tema sí es posible señalar que el peor enemigo de los que venden en los tianguis son las autoridades municipales, ya que los dejó solos durante todo lo fuerte de la pandemia, y ahora, en vez de apoyarlos, les cobra más. Las autoridades municipales no son parejas y hasta muestran cinismo en algunas cosas, ya que mientras permiten aglomeraciones cuando se va a pagar el predial, están muy estricto en los tianguis; también hay oficinas en las que no tienen ni tapete, ni gel, por lo que exigen lo que ellos tampoco cumplen.
Niños, en el desamparo. Mientras que la Fiscalía General de Justicia trae una campaña en la que le apuesta a los valores para reducir los índices delictivos, no hace nada para evitar o prevenir los delitos. En días pasados, un grupo de personas acudió a la Subprocuraduría a denunciar el presunto abuso sexual de un menor. De acuerdo a los agraviados, le hicieron preguntas a la víctima, quien expuso todo lo que había sufrido; también le tomaron declaración a algunos acompañantes, pero no pasó nada. El menor fue regresado con los familiares y, hasta el momento, ninguna instancia acudió al domicilio para ver si estaba bien. Con esto surge la duda de qué están haciendo en la Fiscalía, si la mayoría de los homicidios dolosos, feminicidios, robo de autos, secuestros y asaltos quedan en la impunidad, y ahora también están dejando en el desamparo a los niños. De qué sirve todo el gasto que se hace en el Congreso, para qué tanta creación de las leyes si no hay funcionarios comprometidos en hacerlas cumplir. Mientras que el personal de la Fiscalía no toma con seriedad asuntos tan delicados como el presunto abuso sexual, hay muchas víctimas a las que deberían garantizar la seguridad en el desamparo y a merced de las agresiones.
Invisibilizan a huérfanos. En Sinaloa, no hay registro de cuántos niños y adolescentes quedaron huérfanos a causa de la violencia, y no hay porque ninguna autoridad está interesada en este tema, pues exhibiría su incapacidad y falta de empatía hacia ellos. El diputado con licencia José Manuel Valenzuela López solicitó que se hicieran reformas a la Ley de Niñas, Niños y Adolescentes para que revisen las medidas especiales para este sector, pero se vuelve a lo mismo, ¿de qué sirven tantas leyes si no se cumplen? Los diputados avalaron el nacimiento de la Comisión de Atención a Víctimas, que es quien debería tener estas cifras, pero está inoperable debido a que no le han entregado el presupuesto asignado. Lo que deben reformar los diputados son las leyes que obliguen al Gobierno estatal a entregar el presupuesto a las dependencias encargadas de velar por las víctimas, porque de nada sirve que se hagan reformas tras reformas si no se van a cumplir.