La modernidad agrícola y una frustración más
¿Qué pasa Comisión Federal de Electricidad? ¿No pueden con el paquete? Los apagones siguen en El Castillo, Navolato.
El diccionario dice que la frustración es una sensación desagradable que surge cuando no podemos conseguir lo que anhelamos, y se produce una reacción de ira o ansiedad momentánea, hasta que se logra asimilar y superar.
Cuando maduramos mentalmente, entendemos que la frustración no nos debe detener.
Más de niños, nos atormenta el capricho y no es fácil superar este sentimiento humano.
Quien esto expresa entiende ahora por qué de niño sufríamos constantes frustraciones. Una de ellas fue aquella que era para nosotros una gran realización: convertirnos en un gran sembrador de semillas a bordo de un tractor agrícola.
Eran los años 60 y la tecnología no había llegado al campo. La siembra era a mano mediante arados en tractor, y la semilla iba a dar al fondo del surco por medio de una manguera y un embudo. No dormíamos esperando el amanecer para treparnos al tractor e ir a sembrar. Teníamos buena mano, decían los campesinos de Emancipación. Era algo para nosotros muy hermoso, muchas toneladas de cártamo y milo maíz logramos sembrar.
Y de repente, un día los miembros del ejido compraron una sembradora automática. Llegó la modernidad y ya no se requería la mano del niño. Nos bajaron del tractor, se acabó la ilusión y llegó la frustración... ¡qué golpe tan duro!