Huesos de nadie: cuando la dignidad es el olvido...
En las instalaciones del antiguo Semefo permanecen restos óseos desde antes de 2013 La vicefiscal asegura que las evidencias no están tiradas ni abandonadas, además de que son respetuosos de los indicios
En el Servicio Médico Forense, la dignidad es el olvido, un olvido que hace más etérea la vida y que acentúa más la muerte.
En el antiguo Semefo, los restos óseos permanecen en el limbo, arrumbados en un rincón. Nevados por el polvo del olvido. Huesos que son de nadie. Evidencias que acumulan más muerte, olvidadas a la intemperie de la burocracia.
Huesos que se deterioran con los años, evidencia que se borra cada día. Esperanzas de familias que mueren con la negligencia.
Restos óseos, fetos y evidencias acumulando más olvido desde 2013, más incertidumbre y menos esperanza si hay dolientes en su búsqueda.
Los restos óseos son partes de cuerpos insepultos, huérfanos de lágrimas de un ser querido que no tienen un lugar donde llorar su muerte.
Permanecen en el antiguo Semefo desde antes de 2013, arrumbados en un rincón, en un olvido “respetuoso”.
“No están tirados, ni abandonados ni mucho menos... Somos muy respetuosos de todos los indicios”, dice Nuria González Elizalde, la vicefiscal del estado.
En la mudanza a las nuevas instalaciones del Servicio Médico Forense, olvidaron huesos y evidencias que eran parte ya de los “desórdenes” que se tenían desde hace ocho años.
“Todos los días se están llevando a cabo estudios de genética en nuestros laboratorio para la identificación de cuerpos y de restos humanos”, expresa la funcionaria.
Pero los huesos y evidencias continúan siendo los inquilinos no deseados, los que permanecen a la espera de estudios genéticos y antropológicos desde los tiempos del “desorden”.
Los huesos insepultos ya no esperan la búsqueda en el cementerio clandestino, que es el estado, porque ya fueron encontrados. Ahora buscan la atención oficial para que les den un perfil genético, el término de un calvario, que es la búsqueda y la certidumbre de un puño de tierra que les quite la categoría de desaparecidos.
Pero mientras, los del antiguo Servicio Médico Forense, los del tiempo del “desorden”, son los huesos de nadie, los restos sin dueño, los que permanecen en un olvido “digno”, acumulando polvos del olvido...
El contexto
EL DEBATE publicó el domingo una denuncia anónima en la que se muestran restos óseos, frascos con fetos y evidencias esparcidas en las antiguas instalaciones del Servicio Médico Forense; además, la queja por los olores fétidos que emanan del edificio.
Entre los objetos se pueden observar etiquetas de restos esparcidos por el piso, que se encuentran cubiertas de polvo.
Nuria Alejandra González Elizalde, vicefiscal del estado, justificó el lunes que esos restos óseos eran parte de los “desórdenes” que se tenían desde antes de 2013, aunque estos ahora eran tratados de una manera digna y respetuosa, pero que continuaban en el antiguo Semefo.