HISTORIAS Y AVENTURAS...
Reflexiones sobre el accidente del 502 de Guadalajara a Mochis
Hagamos consciencia, una gota de agua es nada en el océano, más en nuestra casa, cada gota cuenta. Estamos en sequía, valoremos y cuidemos el líquido vital.
Los accidentes automotrices fundamentan sus causas en un 80 por ciento al error humano, es decir a fallas del conductor; un 10 por ciento a desperfectos mecánicos y el restante 10, al mal estado de las vías de comunicación.
El autobús 502 de la línea Grupo de Transportes Baldenebro (GTB) o Norte de Sinaloa, salió aquel 29 de enero del presente año de la central camionera de Guadalajara con escala en Zapopan, Jalisco, a las 21:00 horas. Su destino final era Los Mochis, en Sinaloa.
Nunca logró su objetivo. En las proximidades de La Cruz de Elota, por la maxipista Mazatlán-culiacán, poco antes del amanecer del siguiente día marcaría su final... y el de 23 pasajeros.
Las autoridades competentes no han emitido a ciencia cierta un informe sobre lo que provocó este fatídico accidente, cuyas causas pueden atribuirse a varios factores.
Es común que los traileros se apoderen del carril izquierdo en la maxipista y obligan a otros choferes a rebasar por la derecha, como pudo haber sucedido con el 502; usan el celular con frecuencia y se distraen cuando van conduciendo. Además, las carreteras están llenas de baches y desperfectos.
Una sobreviviente del camionazo dio su testimonio. El chofer del 502 manejaba a velocidad excesiva en ese tramo, mientras que el tráiler pudo haber “coleteado” con la caja, y aventado al autobús. Además, suponemos por lo que se ve, que el rebase del autobús fue por la derecha. Una semana después, un sacerdote oficiaba una misa en el sitio del percance, y cual inexplicable mandato, otro autobús de la línea Tufesa se detuvo ahí momentáneamente. Era con el mismo número, el 502….¡Qué golpe tan duro!..