Elpoder Legislativo esprioridad
Para las fuerzas políticas en disputa en este 2024, su máxima prioridad no es ganar la Presidencia de la República, sino la mayoría en el Poder Legislativo. Morena da por descontado que ganará su candidata presidencial Claudia Sheinbaum. De ahí que la estrategia electoral es para lograr mayoría en las cámaras. Por su parte, en los partidos de la coalición opositora su objetivo es ganar el mayor número posible de senadores y diputados. Poco interés muestran por Xóchitl Gálvez, su candidata a la Presidencia de la República. En el caso del Senado, Morena está trabajando para ganar la votación en 25 entidades del país, pero en ocho de ellas va por separado de sus partidos aliados, y les apoya para que PT y PV ganen la primera minoría. De esta forma, en Chiapas, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Baja California, Campeche, Guanajuato y Tabasco, esperan obtener los tres senadores en disputa, así como un mayor número de plurinominales. Su objetivo es lograr la mayoría calificada en el Senado.
Como en Sinaloa, PT y PV tienen muy poca presencia, Morena trata de habilitar a los candidatos al Senado por MC para que ganen la primera minoría. Pero no funcionará, pues ese partido tiene muy baja preferencia electoral.
Por otra parte, el presidente AMLO impuso 20 reformas legislativas a los candidatos a diputados de Morena, para que las promuevan durante su campaña electoral y se comprometan a sacarlas adelante. De esta forma, dichos candidatos presentarán a los electores estas propuestas y evitarán referirse a otros temas. Los candidatos de Morena en el país, estarán hablando sobre lo mismo, ahogando otras propuestas. La estrategia es acallar las voces opositoras y ganar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
En la coalición Fuerza y Corazón por México las decisiones están totalmente en manos de los partidos. La propia candidata presidencial admitió que no tiene injerencia en la designación de cargos legislativos. PRI, PAN y PRD se distribuyen las candidaturas entre ellos y hacen sus acuerdos, obviamente, dando prioridad a ganar el mayor número posible de curules, preferentemente por la vía plurinominal.
Por ejemplo, en Sinaloa existen siete distritos electorales federales y, según el tipo de candidatos designados, en el mejor de los casos solo uno o dos tienen alguna posibilidad de ganar la elección. Toda la apuesta opositora es por las plurinominales, y sin siquiera tomar en cuenta a las organizaciones ciudadanas. No hay altura de miras. Más allá de discursos, los hechos muestran que los partidos de la coalición actúan en función de su propio interés, sin tomar en cuenta en las decisiones a su candidata presidencial. Parecen divorciados: en ocasiones se ven pero no se hablan. Mientras en Morena todos cuidan a su abeja reina, en la coalición no le dan importancia alguna. Los partidos opositores traen una ruta muy diferente a la de su candidata presidencial.