Precios justos para el campo sinaloense
“El comercio y la industria son meras ramas de la agricultura. Es esta la que los
abastece y la que paga a ambos.” FRANÇOIS QUESNAY
¡Ciudadanos y ciudadanas de Sinaloa! Hoy me dirijo a mis lectores con un llamado urgente a la solidaridad y la justicia. En apenas unos días, nuestros valientes productores agrícolas se reunirán de nuevo en una manifestación frente al Palacio de Gobierno. ¿Cuál es su meta? Simple pero crucial: el pago inmediato y la garantía de un precio justo por las cosechas de granos. Estos hombres y mujeres, que con sudor y esfuerzo han labrado nuestra tierra y han posicionado a nuestro gran estado como un líder de producción alimentaria a nivel global, se enfrentan a una situación desesperada. Sus cosechas, fruto de meses de arduo trabajo, enfrentan el riesgo de ser subvaloradas, producto de la dolosa omisión del gobierno a respetar su lugar en la realidad económica del país. La agricultura es la columna vertebral de nuestra economía, el alma misma de nuestra tierra, la identidad de nuestro estado. Sin embargo, nuestros agricultores se enfrentan a obstáculos cada vez más difíciles: los altos costos de producción, las fluctuaciones en los precios del mercado y, lo que es más preocupante, la destrucción de muchos programas de financiamiento y comercialización, y ahora, la falta del gobierno en atender su obligación de liberar los pagos a los que nuestros productores tienen derecho a partir de los acuerdos alcanzados por la lucha del año pasado.
¿Acaso podemos permanecer indiferentes ante esta injusticia? ¿Podemos cerrar los ojos a las dificultades que enfrentan aquellos que nos alimentan, que cuidan de nuestra tierra con amor y dedicación? No podemos permitirlo. Es hora de que nos unamos en solidaridad con nuestros productores agrícolas. Es hora de que exijamos juntos el respeto que merecen. El próximo lunes 15 de abril, a las 8:00 am, el Palacio de Gobierno será testigo de la fuerza del espíritu de nuestros productores y la ciudadanía que los apoya en solidaridad.
Insto a todos y cada uno de ustedes a unirse a esta causa noble y urgente. Nuestros agricultores no están solos en esta lucha. Juntos, podemos hacer que sus voces sean escuchadas. Juntos, podemos asegurar un futuro próspero para nuestra tierra y para las generaciones venideras. ¡Nos vemos el lunes, en defensa de nuestros productores agrícolas, en defensa de Sinaloa!