La sangre que pueden provocar las redes si es real
En diversas ocasiones les he hablado de las preocupantes consecuencias del pseudo animalismo. Hoy quiero decirles que cada ves son más graves, y debemos poner atención en este tema porque lo que menos necesita nuestro país es más violencia. Y es que, el pseudo animalismo y pseudo activismo cuya única finalidad es ganar popularidad en redes sociales y monetizarla, está generando que la sociedad se polarice aún más y que aumentem los niveles de violencia, poniendo en riesgo la vida tanto de humanos como de animales.
Les cuento que este pasado jueves una persona, cuya identidad aún se desconoce, roció de gasolina parte del terreno del Centro de Conservación Ecopar Colima que da al exterior y aventó un cerillo encendido. Inmediatamente el combustible se prendió, afortunadamente personal del Centro logró apagar el fuego con prontitud y no alcanzó a ninguno de los trabajadores ni a ningún animal, pero si dejó importantes daños en el terreno.
El departamento legal de Ecopar ya interpuso una denuncia penal contra quien o quienes resulten responsables de este atentado. Quizás nunca sabremos quienes fueron, pero lo que si sabemos es que en las últimas semanas se ha desatado una campaña de odio y desprestigio contra dicha institución zoológica y contras otras al interior del país.
Yo entiendo perfecto que no todos podemos estar de acuerdo con las mismas cosas y que en la diversidad de opiniones y criterios existe una gran riqueza. En este sentido, desde hace mucho he comprendido que no todo el mundo debe estar de acuerdo con los zoológicos, con el cuidado de fauna silvestre bajo cuidado humano, pero lo que no se puede hacer es negar todo lo que estas instituciones han hecho y hacen en materia de investigación, educación y conservación. Y lo que definitivamente no se vale es incitar al odio con información falsa, sin sustento o que parte del desconocimiento, y menos cuando lo hacen personas que están conscientes de que cuentan con cierto poder de manipulación.
Natalia Zuazo es una periodista y consultora en comunicación política y políticas tecnológicas y me gusta como ella rompe con el mito de que las redes son horizontales. Definitivamente en las redes no todos somos iguales, hay gente influyente, y mucha otra que no lo es.
La especialista le llama “los intensos” a las personas que hacen retumbar las conversaciones, las opiniones, los puntos de vista. Pueden ser un periodistas, políticos y también influencers. Pero , ¿qué pasa si los que tienen ese poder, esa resonancia no tienen conocimiento, no tienen calidad moral ni ética para haberse convertido en influyentes sobre temas que desconocen?
En lo virtual es muy sencillo tomar valor y mentir, agredir o denostar. Definitivamente ye se hacen y se dicen cosas que en el escenario real no se harían ni dirían. El gran problema es que las consecuencias del mundo virtual si son de carne hueso. La sangre que sacan no es ficticia.
Esta vez ni los trabajadores ni los animales fueron alcanzados por el fuego, pero si continúan estas campañas de odio por parte de intensos e intensas cuyos intereses económicos y políticos desconocemos, la rabia y el desconocimiento podrán provocar situaciones irreparables, que no se pueden bloquear ni simplemente borrar como en el mundo virtual.