El arte del siglo XXI ¡pasen y vean!
El Día Mundial del Arte se celebra cada 15 de abril con el fin de promover su desarrollo y difusión
El arte se nutre de la creatividad, de la innovación, de la diversidad cultural de todos los pueblos del mundo, “y desempeña un papel esencial en el intercambio de conocimientos y en el fomento cultural entre países” -señala la UNESCO-, cualidades que el arte ha tenido, y seguirá manteniendo, “si se promueve y protege a los artistas y la libertad creativa”. No existe un único y definitivo concepto de arte, su definición forma parte de las exploraciones que el mismo arte suscita y se plante a lo largo del tiempo. Si nos remitimos a su origen, proviene del latín ars-artis -que se refiere mucho trabajo y mucha creatividad- y del griego téchne, “técnica”, por lo que atendiendo a ello su definición: “manifestación o expresión de ‘cualquier’ actividad creativa y estética por parte de los seres humanos, donde se plasman sus emociones, sentimientos y percepciones sobre su entorno, vivencias o ilusiones sobre la realidad con fines estéticos, simbólicos, sociales, de entretenimiento... Para ello, utiliza diferentes recursos plásticos y sensitivos, lingüísticos, corporales o sonoros con determinados criterios, reglas y técnicas”.
No es, sucede
Lo que antes se asociaba a la belleza humana, rigiéndose por las leyes de la naturaleza, ha sido sustituido por una serie de ideas que se acercan a lo conceptual y requieren la participación del espectador como sujeto activo frente a la obra.
El arte del XX tiene como punto de unión el rechazo del academicismo y las sucesivas innovaciones. De la admiración por el arte primitivo, que une a Matisse y Picasso con los expresionistas, surge la revolución del cubismo y la pintura abstracta.
Por otro lado, las dos guerras mundiales vienen a enriquecer, cada una a su manera, la visión de la contra-cultura artística con movimientos como el dadaísmo y el surrealismo, pero también con los trabajos de Dubuffet o Bacon. Después de los años 70, frente a las conquistas y la renovación del arte moderno, se multiplica la ruptura en cualquier dirección.
El teórico del arte británico, John Ruskin, definió el arte como “la expresión de la sociedad”, para el arquitecto austriaco Adolf Loos “el arte era la libertad del genio”, para el historiador del arte Max Dvorak, “el arte es el estilo”, para el dadaista Marcel Duchamp, lo reduce a la “idea” mientras que para Jean Dubuffet queda reducido a “la novedad”.
Con la llegada, en los 90, de la era digital y la globalización, el arte contemporáneo ha experimentado una nueva transformación. El arte postmoderno se caracteriza por una mezcla de estilos y técnicas, así como una ruptura con las convenciones tradicionales del arte. Todo resulta ya antiguo y desfasado. Entre los movimientos de esta época se encuentran el arte urbano, el arte digital, el arte transgresor, incluso lo que se denomina arte participativo. Y más recientemente los artistas de hoy en día se enfocan en temas relacionados con la identidad, la diversidad cultural, la tecnología y la relación del ser humano con su entorno. El arte es susceptible de cambio de soportes, incluso de la eliminación de los soportes tradicionales, que son características de una obra de arte contemporáneo.
Arte y belleza
Nuestra época ha heredado la definición de que el arte es la producción de belleza, que imita a la naturaleza, al canon de la belleza clásica, lo que promueve a instar a nuevas definiciones, pues la belleza es una noción ambigua y puede significar cualquier cosa que agrade. Esta idea surge porque hay conceptos que cuesta ser definidos con exactitud. El arte no solo adopta formas diferentes según las épocas, países y culturas, también desempeña funciones diferentes. El arte tiene funciones diferentes, trata de cosas que son externas al hombre, estimula la vida interior del artista, emociona e impresiona, no puede ignorarse, y no puede reducirse a una sola de sus funciones.