Idear un mejor transporte público
Hay ideas de mundo donde las cosas se hacen para durar y hay ideas de mundo donde el asfalto nuevo no pasa de la primera lluvia. En estos días que por todo el Culiacán nuestro de los tres ríos se puede ver a las aves juntar ramitas y hojarasca para sus nidos, me contrasta en la memoria el cómo se hacen en otros lugares las cosas, específicamente con la empatía de los otomanos por los pájaros. Al otro lado del mundo, en lo que en su momento fue el Imperio Otomano y hoy es más que nada Turquía, las paredes de cientos de edificios atestiguan el respeto de ese pueblo por las aves. Por Estambul y por toda Turquía desde el siglo 15 se dio la tradición de incluir en las paredes de los edificios pequeñas casas para pájaros para así seguir el principio del Islam de ser compasivo con los animales. Y por ello hay pajaritos en Estambul que viven en casas más antiguas que cualquier construcción de Culiacán. Esto es relevante si lo contrastamos el vivir en ciudad. La proximidad a los otros que provee la ciudad permite la especialización y el intercambio de ideas, generar mejoras y avances, a la vez que se comparten la densidad, incidencia de enfermedades, escasez de recursos como el agua, la inseguridad y la enorme congestión vial.
Hilvano todo eso a razón de que en semanas recientes he usado mucho, tanto como la bici, el transporte público y las aplicaciones de transporte y me sigue trastocando el pésimo tráfico nuestro en Culiacán. La ciudad ha crecido desrreguladamente, el moverse en ella es trabajoso y con el calor, un suplicio. Idealmente vivir en ciudad tendría la suma de mejoras generacionales, pero en Culiacán al menos lo relativo al transporte sigue siendo bastante malo para cientos de miles que se trasladan a diario en camiones que no dan abasto. Menos aún para personas con discapacidad o muy mayores. En años recientes el ex alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, -si, el mismo de los baches,- impulsó el proyecto de un Metrobús para la ciudad que quedó fuera del Plan de Obras, más por el cabildeo de grupos opuestos a un buen sistema de transporte para la ciudadanía que por falta de recursos y voluntad política. Un buen sistema integral de transporte para la gente de Culiacán hace falta hace años. A los baches, la malísima cultura vial culichi y la falta de un buen sistema para trasladarnos falta sumar a que más que servidores públicos, los tránsitos parecen estar solo para para atender accidentes. Si se usaran eficazmente las muchas redes de cámaras para aplicar las multas reglamentarias, por ejemplo por el invadir o estacionarse en un cruce peatonal marcado en el pavimento, se podrían aplicar multas que en el caso de la Ciudad de México están establecidas entre los mil y tres mil pesos, y eso sucede casi con cada cambio de semáforo y da la sumatoria de un recurso. Entre esas situaciones y la gran cantidad de usuarios a diario, la idea de mundo de un Culiacán con un buen sistema de transporte público se vuelve muy viable. O al menos así parece desde una tarde a finales de abril en este año que se ve tendrá un calor espantoso. ¡Al menos en pocos días ya habrá pitahayas!