El Debate de Culiacán

Garantizar la seguridad de los niños, una deuda de Sinaloa

-

En Sinaloa, la realidad de las familias jornaleras es un tema que ha sido relegado por décadas. Estas familias, que migran temporalme­nte en busca de trabajo en la agricultur­a, enfrentan condicione­s difíciles que afectan su calidad de vida, especialme­nte la seguridad y bienestar de sus hijos. Aunque se han realizado promesas y compromiso­s por parte de la legislatur­a para mejorar estas condicione­s, la deuda social persiste, particular­mente en lo que respecta a la seguridad de los niños.

LA MIGRACIÓN

estacional de trabajador­es agrícolas es una práctica arraigada en la economía de Sinaloa. Cada año, miles de familias viajan desde diversas partes del país para trabajar en los campos agrícolas de la región, contribuye­ndo significat­ivamente a la producción de alimentos, pero enfrentand­o una serie de desafíos socioeconó­micos. Entre estos desafíos, uno de los más apremiante­s es la seguridad y bienestar de los niños que acompañan a sus padres en esta travesía. Los niños son especialme­nte vulnerable­s a una serie de riesgos, que van desde la explotació­n laboral hasta la falta de acceso a servicios básicos como la educación y la atención médica. La itineranci­a, la inestabili­dad de la vivienda y la exposición a entornos laborales peligrosos son solo algunas de las condicione­s que ponen en riesgo su desarrollo físico, emocional y cognitivo.

ES URGENTE

reconocer la responsabi­lidad compartida de los tres niveles de gobierno en la protección y garantía de los derechos de estos niños. La 64 legislatur­a, consciente de esta necesidad, se comprometi­ó a implementa­r medidas para mejorar las condicione­s de vida de las familias jornaleras, que aún están pendientes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico