«Ocho de cada diez migrantes, víctimas del delito en México»
El investigador del fenómeno migratorio en el país y fundador de la organización Mazatlán Fraterno señala que el incremento en el desplazamiento de centroamericanos obedece a la falta de empleo, pero también a la fuerte violencia
Son miles los pies hondureños que han armado su andar en territorio mexicano. Los ojos de Omar Lizárraga Morales los ha visto cruzar suelo sinaloense muy cerquita de las vías del tren.
Para el ganador del Premio 2018 de Investigación que otorga la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), los pasos de los expatriados han sido más constantes desde finales de octubre e inicios de noviembre con la llegada al estado de la primera caravana migrante: «En Honduras se incrementaron los desplazados forzados en los últimos cinco años. No solo se trata de una migración económica que busca empleo, sino que son expulsados de sus países, huyendo de la violencia», esta es la hipótesis que mantiene el investigador mazatleco que ha basado su trabajo en estudiar temas relacionados al turismo y a las migraciones.
µ Expulsados a su suerte De acuerdo con el también presidente y fundador de la organización de apoyo al migrante Mazatlán Fraterno, detrás de cada uno de los hondureños, entre hombres, mujeres, niños y niñas que viajan en esas caravanas, hay una historia de hartazgo ante su situación, no solo económica, sino de seguridad. Han llegado al grado de poner su propia vida en riesgo y la de los suyos intentando cruzar tres fronteras para pisar suelo norteamericano, pero la salida de su país de origen no les garantiza que el peligro en el camino sea menor, expli- có el activista.
Lo anterior quedó registrado en los resultados de una encuesta aplicada este año y en el 2017 en 400 cuestionarios por parte de la organización que representa: «En la encuesta se detectó que, de cada diez, ocho son víctimas de un delito en México, y los delitos que señalan son principalmente robo, extorsión, secuestros, violaciones y también tráfico de órganos. No se ha podido comprobar este último, hay nulos hallazgos sobre este crimen en la PGR, pero ellos cuentan que los secuestran, extraen sus órganos y los venden en el mercado negro», señala Lizárraga Morales. µ «Visitantes no bienvenidos»
Desde su formación como investigador, Mazatlán ha sido el laboratorio para Omar Lizárraga. Ha investigado las migraciones que vienen del norte, de Estados Unidos, que se instalan por cortas o largas temporadas en el Pacífico mexicano. Se trata de migraciones placenteras, porque vienen y disfrutan de las bondades de la región en invierno, una migración bienvenida, por ser personas solventes, pero afirma que el otro lado de la película se cuenta con los migrantes provenientes de Centro y Sudamérica: «Vienen en condiciones diferentes, no son bienvenidos y sufren mucho en territorio mexicano. Es una contradicción en México que unos migrantes sí sean bienvenidos y otros no. Un concepto que he acuñado para explicar el fenómeno es la aporofobia: el rechazo u odio a las personas pobres». Como catedrático desde hace seis años también de la UAS, prepara la publicación de un libro sobre abusos y riesgos de la migración centroamericana a lo largo de la República mexicana bajo el concepto de que tanto en el país como a nivel mundial los extranjeros son bien recibidos mientras tengan recursos económicos.
µ De país de tránsito a nación destino
Ante políticas
migratorias cada vez más restrictivas en los Estados Unidos, en la última década México ha pasado de ser un país de tránsito a una nación destino, comparte el investigador: «Se pueden hacer estimaciones por ser migraciones irregulares. De cada diez migrantes, cinco son detenidos en la frontera sur, otros tres son detenidos en territorio mexicano, y solo dos de cada diez se estima que llegan a Estados Unidos. Muchos de los que logran llegar a Estados Unidos son deportados tiempo después».
A través de las encuestas aplicadas en su paso, Mazatlán Fraterno ha confirmado que un poco más del 10 por ciento de