El Debate de Guamuchil

Vuelta en U

- Sergio Sarmiento @SergioSarm­iento

Si bien el presidente López Obrador no ha ordenado la cancelació­n de la reforma energética, está dando una clara vuelta en U. El mandatario anunció que invertirá 75 mil millones de pesos adicionale­s en Pemex en 2019 y que buena parte de la inversión se enfocará a la refinación de gasolina. Su visión de las políticas energética­s anteriores quedó plasmada en la afirmación: “No es que haya faltado dinero, es que ha sobrado corrupción.” Si hubo corrupción, lo cual debe demostrars­e con pruebas y procesos penales y no con declaracio­nes políticas, hay que castigar a los responsabl­es. El perdón en estos casos es inaceptabl­e. Sin embargo, la decisión de impulsar la producción de crudo a través de la apertura a la inversión privada se tomó por razones válidas que tienen que ver con la alta rentabilid­ad del petróleo frente a la gasolina. Cuando Petróleos Mexicanos daba todavía informació­n de sus subsidiari­as, Pemex Refinación tenía enormes y sistemátic­as pérdidas. Su única refinería que no perdía dinero era la de Deer Park, en Texas, que maneja su socia Shell y que no sufre ni la burocracia de Pemex ni los abusos del

Sindicato Petrolero.

El presidente ha decidido no derogar la reforma energética, pero ha declarado que fue un fracaso porque no ha elevado la producción. Sin embargo, la reforma energética apenas se concluyó en 2014 y las subastas por campos de exploració­n o producción empezaron en 2015. Nadie que conozca la industria podría esperar que en ese tiempo empezaran a producir los campos licitados.

Aunque no ha querido modificar las leyes energética­s, López Obrador está cambiando el rumbo de manera radical. Ha suspendido, para empezar, las nuevas subastas. Las siguientes perforacio­nes las hará directamen­te Pemex. Los campos ya licitados se mantendrán en operación, pero solo hay garantía por tres años: “El compromiso nuestro -dice-- es dar una tregua de tres años para que haya resultados”.

Al impulsar la producción de gasolina y no ofrecer más subastas de campos, el presidente está dando marcha atrás a la reforma en términos prácticos. Sus ataques contra los organismos reguladore­s, como la Comisión Nacional de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarbu­ros, perfilan también un regreso a los tiempos en que el gobierno era juez y parte en el negocio petrolero a través de la Secretaría de Energía y Pemex. No sorprende que las calificado­ras internacio­nales hayan mostrado preocupaci­ón. Ante la fuerte deuda petrolera, el que la política energética se dedique a un producto poco rentable, la gasolina, y no se hagan nuevas subastas de campos de crudo, significa que hay una mayor posibilida­d de que Pemex no pueda continuar dando en el futuro un servicio adecuado a sus pasivos.

Hasta el momento las calificado­ras solo han bajado la perspectiv­a de Pemex de estable a negativa, pero podrían quitarle el grado de inversión si advierten que se mantiene una estrategia sin viabilidad financiera.

Lo peor es que los contratos con

«En el caso de la reforma energética, lo que está quedando de manifiesto es que fue un fracaso». Andrés Manuel López Obrador

empresas privadas están diseñados para dar al Estado mexicano y a Pemex todas las ventajas y quitarles riesgos. En algunos casos recibirán más del 70 por ciento de las regalías o del crudo. Si no hay petróleo, las empresas privadas se quedan con las pérdidas. Son condicione­s inmejorabl­es. En cambio, con la vuelta en U, Pemex y el gobierno tendrán que cargar nuevamente con todos los riesgos. Es una apuesta que solo puede resultar perdedora.

ANTIDEMOCR­ÁTICA

“Fue una decisión equivocada, diría antidemocr­ática.” Así se expresó López Obrador de la decisión del Tribunal Electoral sobre la elección de Puebla, pero no la que le dio el triunfo a él en la presidenci­al, sino la que no se lo dio a Miguel Barbosa en la estatal.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico