TRATAMIENTO MENTAL SERÍA MEJOR OPCIÓN QUE CASTRACIÓN
Legislador propone castración química para pederastas y violadores; expertas rechazan esta medida Cárcel, como ya se aplica, más tratamiento mental serían mejor medida para quienes comenten este delito
Endurecer los castigos contra violadores no serviría a la sociedad mexicana sin aplicar el código penal vigente, aseguran expertas, añadiendo que deberían dar tratamiento a quienes cometen los delitos y tener mayor eficacia en las instituciones encargadas de impartir justicia. Alejandro Armenta, legislador de Morena, propuso ante la Cámara de Diputados la iniciativa para castigar con castración química a violadores y pederastas, señalando el alto índice de violencia que hay hacia las mujeres, como los feminicidios y las violaciones. El diputado expuso que Puebla —de donde es originario— cuenta hasta este día con alrededor de 800 feminicidios, en los cuales se presenta también violación hasta en un 70 por ciento; Sinaloa se posicionó el año pasado como primer lugar en incidencia de feminicidios; mientras que este 2018 Culiacán es la ciudad que empata con Ciudad Juárez, con 23 asesinatos de mujeres, ambas ocupando el primer lugar nacional. México no es el primer país que pone este tipo de castigo sobre la mesa, pues ya se aplica en otros lugares. En Sinaloa, dos especialistas rechazan este castigo, pues Angelina Arellano, psicóloga, señala que estos castigos atentan contra los derechos humanos. La castración química sería entonces equivalente a la tortura, en lugar de darles tratamiento que atiendan la oportunidad de tener reinserción social.
Teresa Guerra Ochoa, activista con más de veinte años defendiendo los derechos de la mujer, rechaza que la castración química se una solución a las violaciones y a los abusos sexuales en el país, pues resalta que no es necesario el miembro viril para cometer estos delitos.
µ Cuestiones a revisar Guerra Ochoa destacó que ni siquiera hay personas detenidas por estos delitos, que van en aumento, así como la impunidad, por lo que esta medida de la castración química considera que no funcionaría como un muro de contención: «Viene creciendo la violencia sexual, pero, efectivamente, viene creciendo porque no se combate con las medidas sancionatorias que actualmente tiene el código penal», comentó.
La abogada también considera importante ver qué es lo que está pasando, pues señala que la incidencia no está reflejada completamente en las cifras oficiales, ya que no hay denuncias de todos los casos: «Muy pocos casos de violencia sexual se están realizando, la mayoría está quedando en el silencio», indicó.
Para Guerra, antes de proponer nuevos castigos es necesario buscar que la ley existente se aplique, haciendo hincapié en que a los casos de violaciones que denuncian no se les da un seguimiento apropiado y no quedan personas detenidas para pagar por el delito: «No hay personal calificado para darle seguimiento a estos casos, no hay la voluntad política para combatirlos», reiteró.
La también columnista de esta casa editorial abundó que el código penal debe ser modificado, ya que quienes sufren abuso o violación están desprotegidas y no existen mecanismos de real atención a las víctimas ni se genera la confianza necesaria para que este tipo de delitos sean denunciados.
«Más allá de proponer eso, se debe revisar que ni siquiera las penas que están establecidas se están aplicando, porque no hay detenciones, no se están aplicando los procesos; algunos ni siquiera se abren» Teresa Guerra Ochos Abogada
«Es un comportamiento más sistematizado que dice “soy hombre y ejerzo violencia”, porque los estudios señalan que la gran mayoría de los agresores son hombres» Angelina Arellano Psicóloga
µ Rechaza este castigo
La activista dice no ser partidaria de este tipo ni de ningún otro tipo de castración, aun cuando dice estar consciente de que es un delito grave, pero sí está de acuerdo con que haya sanciones fuertes, aunque pide que los castigos sean de privación de la libertad y años de cárcel para violadores: «No hay detenidos, entonces ¿qué caso tiene que se ponga castración si finalmente ni se está
persiguiendo ni se están sancionando los ilícitos?», dijo.
«Se va a poner en el código esta sanción, pero ¿a quiénes se les va a aplicar? Si ni siquiera se detienen, no se concluyen las averiguaciones; las mujeres ni siquiera lo están denunciando; los niños y las niñas y las familias están guardando silencio porque no hay los mecanismos que les generen confianza y porque no hay un verdadero combate a la violencia sexual en el país».
µ Entorno violento
Para la psicóloga Angelina Arellano, las personas que violan regularmente se sometieron a un entorno violento durante su infancia, que bien pudiera ser violencia física, mental, sexual o todas ellas, que ahora replican estos comportamientos con quienes tienen mayor vulnerabilidad, como son mujeres, niñas y niños: «Se convierten ellos y ellas en depredadores porque no conocen algo más, otro panorama», expuso. Arellano señaló también que el hecho de ser hombres crea también una lucha de poder, con la intención de ejercerlo en su entorno, y se canaliza, en ocasiones, en este tipo de abusos. µ En contra
La psicóloga con formación en derechos humanos califica la castración química como un acto contra los derechos humanos: «Independientemente que sea un agresor, también se le está haciendo una violación a sus derechos humanos», indicó, explicando que el Gobierno debería tener programas de reinserción social con tratamiento mental.
«Yo he escuchado a muchas mujeres que señalan “bueno, las mujeres también vivimos espacios de violencia, también vivimos abuso y también maltrato, pero no nos convertimos la mayoría de las mujeres en agresoras sexuales, pero los hombres si”. Entonces ¿qué podemos hacer en este caso? Dejar de naturalizar la agresión o dejar de justificar que de chiquito su mamá no le daba atención», manifestó Arellano.
Por lo que considera necesario visibilizar que las mujeres también sufren violencia y este tipo de abusos y no replican los comportamientos: «Es un comportamiento más sistematizado que dice “soy hombre y ejerzo violencia”, porque los estudios señalan que la gran mayoría de los agresores son hombres, en contra de las mujeres, niñas y niños», concluyó.