Crónica de los tropiezos
Qué ironía en la Cuarta Transformación. El absolutismo, propio de un viejo régimen no de uno nuevo, ha metido al presidente Andrés Manuel López Obrador en una secuencia de problemas que ya sabemos cuándo y cómo empezaron, pero no cuándo y cómo terminarán. Se planteó en este espacio desde principios de octubre que la novatez del gobierno entrante producía escalofríos, cometiendo errores que tendrían la oportunidad de corregir antes de que asumiera López Obrador el poder. Han pasado sólo 18 días que parecen un año, y siguen cometiendo los mismos errores pero con una diferencia: ahora ya cuestan, política y económicamente. Todos los días, literalmente, hay nuevos equívocos y molestias porque las cosas no salen como esperaban.
Lo más costoso ha sido la cancelación de la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, cuyo solo anuncio tuvo un impacto en las tasas de interés que incrementó en 50 mil millones de pesos la carga en el presupuesto para 2019, lo que introdujo mayores obstáculos para financiar los programas sociales de López Obrador. Adicionalmente se dio la pérdida de confianza en López Obrador, y provocó que empresas europeas comenzaron a desmontar sus operaciones comerciales en México, mientras otras empezaron a trasladarse a Brasil.
La suspensión de proyectos de inversión de empresas mexicanas fue casi total, sumándose a lo que ya había sucedido con firmas extranjeras. El dinero continuó saliendo de México al no encontrar los capitales tranquilidad en las declaraciones del presidente. López Obrador ha dicho