FALTA DE ELECTRICIDAD AFECTA ANTE EL INTENSO CALOR
Una familia sufre las inclemencias del tiempo bajo techos y paredes de lámina, donde viven cuatro adultos y cuatro menores, entre ellos un bebé.
El bebé se encuentra recuperándose de una operación en “la tripa” y sufre malestar en el pecho. La abuela ha acudido a la CFE, sin éxito
Cuatro pequeños lloran por el calorón y los mosquitos cada noche porque en su hogar no cuentan con el servicio de energía eléctrica. La Comisión Federal de Electricidad respondió a la abuela que no es posible instalar el servicio. La familia pide encontrar una forma de contar con luz eléctrica.
Familia
La familia de ocho integrantes padece el infierno de vivir sin energía eléctrica en plena temporada de calor, en dos viviendas de lámina y madera ubicadas en la comunidad Álamo de los Montoya, perteneciente al municipio de Salvador Alvarado.
En la visita al lugar se pudo conocer que viven cuatro adultos y cuatro niños, entre ellos un bebé de cuatro meses que recientemente fue operado “de la tripa” y que es el que más sufre la falta de electricidad.
La abuela, Aurora Ramírez Aguilar, relató cómo la han pasado desde el mes de enero, porque no ha logrado que la Comisión Federal de Electricidad les brinde el servicio en el terreno porque les dicen que se hará hasta que se instale la postería en la comunidad.
La petición
La madre de familia pide una alternativa al trámite que se les solicita, porque ya no soportan el calorón en el día y los moscos por la tarde-noche. “Más que nada, a los niños son los que más les afecta, uno como quiera”, expresó la abuela. La petición de la familia es que les bajen la luz a una mufa que pueden instalar.
Desesperación
Con desesperación compartió que lo que más le preocupa es su nieto más pequeño. Al bebé se lo tuvieron que traer de La Cruz de Elota porque se complicó su salud, y de cierta manera en familia se ha estado más al pendiente de él. Lo ponen en su cunita bajo el tebaján, en donde le pega más el viento, para que le afecte menos el calor.
Los peques
Los hermanos de Ezequiel son Yésica, de 1 año de edad; Rosario, de 2 años, y Carlos, de 3 años. La niña padece los efectos del calor, tiene sarpullido en su piel, y a pesar de que se le ha estado tratando con una pomada, no se le quita, comentó su madre. Las condiciones de alimentación no son las mejores para estos niños, porque necesitan estar más hidratados, pero no pueden ni beber un vaso de agua helada.
Por necesidad
La familia se encuentra en esta difícil situación por necesidad de contar con una vivienda, pero buscan una forma de que se les brinde la oportunidad de contar con luz, por “humanidad”.
Así viven
Las casas de madera con lámina están separadas a unos metros. Una es más nueva que otra, pero ambas son pequeñas. Para alimentarse tienen que comer al día, porque no pueden tener refri. En el patio hay un hornillo y es la forma en que preparan sus alimentos.
«Solo pedimos que de alguna manera se nos permita contar con luz, por los niños, que más sufren el calor» Aurora Ramírez Aguilar Abuela