DECLARA DÁMASO LÓPEZ
El Licenciado admite que, como director del penal de Puente Grande, concedió beneficios al capo sinaloense, como acceso a un celular y la entrada clandestina de su entonces esposa Griselda
En su primer día como testigo, Dámaso López Núñez, alias el Licenciado, narró los asesinatos supuestamente ordenados por Guzmán Loera, a quien reconoció como su compadre. Señaló que las ejecuciones fueron perpetradas tanto para personas contrarias al Cártel de Sinaloa, como a miembros de su organización, pero de quienes desconfiaba. Asimismo, aseveró que, en 2013, la presidenta municipal priista de La Paz, en Baja California Sur, solicitó al Cártel de Sinaloa asesinar a un policía «que le hacía grilla».
Habló de la guerra entre el Cártel del Chapo y el de los Beltrán Leyva, encabezado por Héctor y Arturo, que dijo comenzó el 30 de abril del 2008 y que dejó varios muertos. Como parte de ese conflicto —agregó—, el Cártel quería localizar a los jefes de sicarios de los Beltrán Leyva, Gonzalito Araujo e Israel Rincón Martínez, alias el Guacho, porque estaban contratando pistoleros para matar a Guzmán Loera y a su gente. A Araujo lo mataron en 2008, indicó Dámaso, mientras que al Guacho, que había trabajado como secretario del Chapo en las montañas, lo llevaron a una bodega en el rancho Las Cañitas, propiedad de López Núñez, en Culiacán, donde fue interrogado y asesinado, como consta en un video mostrado por la Fiscalía. Dámaso López también habló del asesinato de Rodolfo Carrillo, alias el Niño de Oro, rival del Chapo, en 2004, porque no lo respetaba. Rodolfo Carrillo y su esposa murieron a tiros al salir de un cine, explicó. Pedro Pérez, jefe de seguridad de Carrillo, era también jefe de la Policía y ordenó de inmediato, por radio, la ayuda de agentes federales. López Núñez dijo que llegaron tantos agentes de Policía a la escena que el Chapo le pidió a su socio Ismael «Mayo» Zambada que pidiera a sus contactos en la Policía Federal que ordenaran la marcha de los agentes. El Licenciado narró también que el Chapo ordenó matar a un policía a pedido de una alcaldesa de La Paz, posible candidata a gobernadora por el PRI. «Si es la favorita (en las elecciones), hay que hacerle el favor», escribió el Chapo, que pidió usar una pistola y no un rifle para que el crimen no pareciera tan violento.
Guzmán Loera habría aceptado «hacerle el favor» a la funcionaria, según su testimonio. En 2011 —agregó—, Guzmán mandó a matar a Juan «Juancho» Guzmán, una de sus manos derechas, debido a que le mintió sobre su ubicación. De acuerdo con el testigo, Juancho, que ha sido mencionado varias veces durante el juicio como una persona de confianza que coordinaba cargamentos de droga para el acusado, dijo al Chapo que estaría fuera de la ciudad de Culiacán, cuando no era cierto. Según el relato de López Núñez, el jefe de sicarios del Chapo recogió a Juancho, y por orden del capo lo asesinó tanto a él como a su secretario, José Miguel «Güero» Bastidas, ya que como empleado suyo «le tenía que pasar lo mismo». Por último, narró el homicidio de Polo Ochoa, narcotraficante cercano al Mayo Zambada, quien hizo un acuerdo con el Gobierno para proporcionar información sobre el Chapo. Al principio del juicio, el juez Brian Cogan pidió a la Fiscalía no centrarse en los presuntos homicidios cometidos u ordenados por Guzmán, dado que no está siendo acusado de homicidio, sino de narcotráfico. El Licenciado En su testimonio, Dámaso López reconoció que, como subdirector de Seguridad y Custodia en el penal de Puente Grande en 1999, concedió beneficios a Guzmán, como acceso a un celular, así como la entrada clandestina de Griselda, su entonces esposa; de su cuñado Marcelo Peña y de su hermano Arturo.
A cambio, el entonces funcionario recibió al menos 10 mil dólares, una casa valuada en 1.5 millones de pesos y apoyo en los gastos médicos para uno de sus hijos, quien tuvo un accidente. El Licenciado dijo haber sido responsable de conseguirle casas y ranchos al Chapo; servir como contacto con servidores públicos que le informaban de operativos y de coordinar la logística del tráfico de drogas de Colombia a Sinaloa.
Expresó que, pese a haber sido sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos, espera que su colaboración en el juicio contra el capo le ayude a ser recomendado para una reducción de sentencia. Explicó que el Chapo fue el padrino de la boda de uno de sus hijos. También dijo que él bautizó a una de las gemelas que Guzmán Loera tiene con Emma Coronel, quien suele acudir diariamente al proceso judicial.